-¿Los habitantes de Ribadelago son supervivientes en todos los sentidos?

-Nosotros sufrimos las obras, la tragedia, las muertes y la pérdida, aprendimos a vivir de nuevo, tenemos un pasado con una brecha negra que no se puede superar, que siempre estará allí. Sin embargo, Ribadelago, dentro del Ayuntamiento de Galende, es el pueblo más descuidado. Para él nunca llega el dinero y cuando llega, siempre es el último. Se arreglan las calles de los demás, se ponen las acequias para recoger el agua de las calles, cualquier cosa que hace falta se hace, pero no en este pueblo. Y es una contradicción, porque el que impulsó el turismo en la zona, el que está aportando al ayuntamiento cantidad de dinero, es Ribadelago, porque nosotros tenemos la alta tensión encima, con tierras expropiadas por las que le pagaron a nuestros padres y abuelos apenas dos céntimos o incluso nada. Nos destrozaron la sierra, más que la muerte que nos causaron del pueblo no hay nada más importante. Y sin embargo, no tenemos ni una sola ventaja, más bien al contrario.