Castilla y León contó en la última edición de la competición nacional SpainSkills 2017, las olimpiadas de Formación Profesional, con una representación más que notable gracias al buen hacer demostrado por César Zamarreño y Marcos Senández, alumnos del CIFP Ciudad de Zamora.

Los dos acudieron a la cita en Madrid acompañados por sus tutores y el director del centro, Ceferino Francisco. Jesús Sánchez, tutor y jefe de estudios, reconoce que la participación de sus alumnos "es una experiencia muy positiva, porque se ponen en contacto con estudiantes de otras comunidades, observan cómo funciona el resto y llegan incluso a hacer amistades", señala, al tiempo que reconoce que en este tipo de eventos "los nervios influyen mucho, porque se trata de gente muy joven, aunque han sabido templar los nervios y tener aplome", destaca sobre la participación zamorana.

Marcos Senández se enfrentaba a otros 15 participantes en su modalidad. Estudiante de Dirección de Cocina, con 19 años ya tiene el grado medio de Cocina y Gastronomía. Este grupo tuvo dos días para elaborar un menú que se componía de dos tapas -una apta para celíacos y otra para intolerantes a la lactosa y el huevo-, una pasta rellena, solomillo Wellington y peras al vino de postre. "Lo más complicado es organizar los tiempos para elaborar los platos en las dos jornadas", subraya el alumno, quien optó por dar su toque especial a este menú establecido, a pesar de las dificultades. "Cuando faltaban solo quince días para la competición, nos pasaron la lista con los ingredientes que tendríamos para utilizar y no había ninguno de los que teníamos preparados, como queso, morcilla o boletus, muy de la tierra. Pero pudimos reelaborarlo y salimos del paso", recuerda.

Por su parte, César Zamarreño, estudiante de Servicios en Restaurantes y Bar, también de 19 años, tenía que mostrar su valía entre 15 estudiantes de toda España. Se enfrentó a 38 pruebas diferentes, entre trinchar fruta, realizar cócteles de autor, hacer cafés o desarrollar catas de vino. "Cada prueba es totalmente diferente, pero lo que te piden es que tengas soltura, que la comida llegue caliente a la mesa o que seas rápido preparando los cafés", pone como ejemplos. En su caso, al jurado lo conquistó con la elaboración de las bebidas alcohólicas. "Opté por los clásicos, como el vozdka con limón y la ginebra con tónica, pero dándole mi toque personal", señala.

Aunque no pudieron regresar de esta competición con ninguna de las tres primeras medallas, ambos coinciden en sentirse "tremendamente orgullosos" de haber representado a Castilla y León en uno de los certámenes educativos más representativos del panorama nacional.