Productos naturales, sanos, elaborados con justicia laboral y teniendo en cuenta la producción de proximidad. Así son los productos ecológicos que promueve la Asociación de Consumidores de Productores Ecológicos Naturalia de Zamora, que ayer inauguró su nueva sede en la calle de Obispo Acuña de la capital. El colectivo, con 240 socios en la actualidad y quince años de trayectoria a sus espaldas, apuesta por "una alimentación de calidad" y por la "soberanía alimentaria".

-¿Cómo evoluciona el consumo de productos orgánicos por parte de los zamoranos?

-La implantación de este modelo de alimentación está cada vez más extendida en Zamora. Yo recuerdo hace años tener que viajar hasta Madrid para hacer la compra porque aquí no había productos y ahora ya tenemos de todo. En esos momentos, el que podía lo pagaba y el que no tenía que tomar lo que yo llamo "alimentos envenenados".

-Una de las ideas generalizadas es que estos productos son poco accesibles por sus precios. ¿Es así?

-Antes lo era, pero ahora la cosa ha cambiado ya que hay mayor producción. El consumo cada vez va a más, por eso la producción también y así los precios se abaratan. Lo que esta claro es que ésta tiene que ser la alimentación del futuro porque aunque tenemos multinacionales con gran poder apropiándose de nuestra alimentación, creo que ellos también están cambiando cosas porque la gente lo demanda. Si nosotros demandamos una alimentación sana, hay que producirla. De todos modos, cuando estamos acostumbrados a especular no cabe duda que encontrarse con un alimento selecto implica un poco más de dinero. Nosotros procuramos cada vez tener más productos y que el socio tenga los alimentos que necesita, todo va en función de la demanda. Naturalia procura que haya un precio justo para el consumidor para que llegue a más gente, pero también un precio justo para el agricultor y productor. Lo lógico es que la alimentación de calidad pueda llegar a todo el mundo con precios asequibles. Seguimos en esa lucha por tener una alimentación más justa para nosotros y para los agricultores, que reciben un precio y trato justo, y nuestra finalidad tiene que ser la soberanía alimentaria.

-Cada vez hay más estudios que confirman la relación entre la alimentación y el desarrollo de enfermedades. ¿Hay concienciación?

-La gente se va dando cuenta de la importancia de la alimentación y cada vez hay más personas que tienen que recurrir a unos productos más sanos, exentos de pesticidas y de sustancias tóxicas porque existe una proliferación de enfermedades en las que la alimentación influye. Lo que no es lógico es que nuestra alimentación no contribuya a que tengamos una mejor salud y sea la causa de muchas alergias, del cáncer y de enfermedades autoinmunes.

-¿Cómo funciona la asociación?

-Cada socio tiene una cuota al año simbólica de 30 euros, que se ahorra en cualquier compra. Se le carga lo necesario para el mantenimiento de la asociación. Además, hemos creado dos puestos de trabajo, que es una satisfacción para nosotros, y no hay más requisitos. El socio participa después del beneficio y de las actividades que llevamos a cabo.

-¿Trabajan en los colegios con los niños?

-Hacemos actividades de todo tipo destinadas a mejorar la salud a través de la alimentación, también con los niños.

-En algunas ciudades europeas es frecuente servir menús ecológicos en los comedores escolares. ¿Zamora está a años luz de estas conductas?

-En España ya se está haciendo en algunas comunidades autónomas, por ejemplo, en Andalucía. Aunque en la provincia de Zamora todavía no está implantada esta tendencia, vamos camino de ello, no puede ser de otra manera.

-¿Cómo distinguir un producto orgánico de otro que no lo es? ¿Llevan sello de garantía?

-Por supuesto. Todos los productos que entran aquí tienen su garantía con sellos españoles o europeos que certifican su procedencia. Pero la mejor forma de distinguirlo es, sin duda, el sabor. El plátano sabe a plátano, el tomate a tomate... ¡y el pollo a pollo! Hay una diferencia tan grande... que no hay mayor garantía de que una producción es ecológica que el solo hecho de probarla.

-¿Priman la adquisición de productos en el comercio de proximidad?

-Por supuesto, al menos, siempre lo intentamos. Estamos en contacto con los productores zamoranos y compramos lo más cerca de aquí posible. No obstante, cuando no es posible por las circunstancias se amplía un poco el radio, pero siempre procuramos comprar en la tierra porque, además, así también se abaratan los precios.