El viejo palacio, actual sede de la Ortega-Marañón, fue concebido en 1867 como sede de la Diputación. Su proyecto se debe a los entonces arquitectos provinciales Pablo Cuesta y Sánchez y Segundo Viloria. Tiene una fachada de estilo neorrenacentista, cuya portada fue decorada por Eduardo Barrón. Su interior está decorado con artesonados, vidrieras y mobiliario de la época.