Un hombre jubilado que descubrió dos reintegros de 3.000 euros en su cartilla de ahorros realizados cuando se encontraba ingresado en el hospital en Zamora a principios de diciembre de 20015 apunta a un trabajador de la entidad financiera. El titular de la cartilla se percató de las extracciones cuando acudió a la oficina de la entidad de ahorros en la que opera con un familiar para poner su cartilla al día, según ha podido saber este diario.

A partir de la denuncia de este cliente ante el Juzgado, que dio lugar a una investigación judicial a primeros de este año, la entidad descubre que el empleado ha llevado a cabo otras operaciones a espaldas de los titulares de las cartillas, una de ellas de 30.000 euros, los ahorros de una mujer residente en Zamora y de nacionalidad portuguesa, quien emprende también acciones judiciales contra el trabajador, que acabó siendo despedido.

Cuando las diligencias judiciales ya estaban en marcha, la entidad descubrió la desaparición de 30.000 euros del cajero automático de la céntrica oficina en la que trabajaba el sospechoso, desaparición que podría estar relacionada con la actuación irregular del empleado, de hecho, se le acusa de haberse quedado con esa cantidad de dinero.

Las diligencias penales le imputan delitos de apropiación indebida, ya que se sospecha que se quedó con el dinero de varios clientes y de la propia entidad para la que trabajaba, y de falsificación de documentos. El denunciante, tras percatarse de los dos reintegros, contacta con el director de la oficina quien le comunica que el trabajador estaba de vacaciones y le emplaza para que vuelva otro día. En ese tiempo, comprueba que las dos operaciones se habían llevado a cabo sin que nadie firmara la autorización.

El titular de la cartilla decide acudir a la Comisaría de Zamora, donde denuncia lo ocurrido y la Policía Nacional abre una investigación que termina en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la capital, donde ya se ha la tomado declaración como investigado al trabajador, que inicialmente negó los hechos.

La caja de ahorros despidió al empleado al tener conocimiento de la denuncia y se persona en las diligencias abiertas en el Juzgado. Es con posterioridad cuando descubre que se han sustraído 30.000 euros aproximadamente del cajero de la oficina en la que estaba empleado el investigado (antes imputado), además de recibir la queja de la mujer que ha visto desaparecer de su cartilla de ahorros 30.000 euros, de una cuenta en la que apenas tenía movimiento de dinero. Cuando el juez le tomar declaración de nuevo como investigado por estos dos hechos, solo admite haberse llevado el dinero del cajero, según fuentes de la investigación.