El escritor zamorano Luis García Jambrina acaba de publicar la novela "La corte de los engaños", inspirada en un acontecimiento que pudo cambiar el rumbo de España y de Europa: el atentado sufrido en Barcelona por el rey Fernando II de Aragón.

-El reinado de los Reyes Católicos, quizá, sea uno de los pasajes históricos más divulgados de nuestra histórica. Sin embargo el hecho que centra su novela, el intento de asesinato de Fernando, ha pasado desapercibido. ¿Qué le ha impulsado a vertebrar un texto alrededor de este acontecimiento?

-Hace años, cuando preparaba mi primera novela, "El manuscrito depiedra", me topé con el atentado que sufrió Fernando el Católico en Barcelona en 1492. Pasado el tiempo, decidí convertirlo en el eje central de "La corte delos engaños". Por un lado, se trata de un acontecimiento histórico poco conocido, pero que tiene una gran importancia. Por otro, es un suceso lleno de intriga y de misterio en el que se dan cita las conspiraciones políticas, los deseos de venganza, las pasiones desatadas, la piedad y la violencia, el amor y el odio?Aunque la víctima del atentado es Fernando, la que va a reaccionar y a sacar rédito político del mismo es Isabel, que en mi novela tiene un papel mucho más activo y relevante que su marido.

-Algunos pueden establecer un paralelismo entre el intento de asesinato de El Católico y el de JFK.

-En efecto, son muchos los paralelismos que pueden establecerse entre este atentado y el asesinato de Kennedy, cuya autoría intelectual aún no ha sido del todo esclarecida. Una vez más, la historia se repite. La gran diferencia es que el presidente Kennedy murió, mientras que el rey Fernando logró sobrevivir y sacar un gran rédito político a la situación. En este caso, como en el de JFK, permanecen muchas incógnitas a las que intento dar cumplida respuesta en mi novela.

-La abundante bibliografía escrita sobre 1492 y los convulsos años siguientes, ¿ha afectado a su manera de encarar este libro con respecto a sus novelas predecesoras?

-La bibliografía, desde luego, es apabullante y muy contradictoria, pero no me he dejado aplastar ni desconcertar por ella, ya que, en una novela histórica, conviene seleccionar y dosificar mucho la información. Por otra parte, hay que tener en cuenta que sobre el atentado y sus consecuencias no se ha escrito demasiado; históricamente, sigue siendo un misterio sin resolver, un enigma sin aclarar.

-Otorga gran importancia a tres mujeres inteligentes y de fuerte personalidad lo que contrasta con el sometimiento social al que estaban sometidas ¿Por qué?

-A diferencia de otras obras mías anteriores, en este caso planifiqué mucho la novela antes de escribirla, dada la gran complejidad de su argumento y estructura, y enseguida me di cuenta de que, en su conjunto, destacaban varias mujeres. Así que decidí darles protagonismo. Quería la novela tuviera un enfoque nuevo y original, y decidí situar a los reyes y la corte en un segundo término, y dar una visión más humana y cotidiana de los mismos, mientras que esas tres mujeres pasan al primer plano, pues las tres son víctimas, cada una a su manera, de las decisiones políticas y privadas de los reyes. Por una vez toman la palabra las que, por entonces, no tenían voz.

-Cada capítulo lo dedica a una de estas tres mujeres y lo escribe en primera persona.

-Creo que ellas dan una visión más compleja y profunda de unos hechos muy controvertidos, sin ninguna clase de épica ni de grandilocuencia. De esta forma tenemos tres perspectivas muy diferentes sobre unos hechos muy complejos y controvertidos. Beatriz Galindo la Latina, maestra de latín y consejera de la reina, representa la mayor cercanía a la corte; Catalina de Dalt forma parte de la nobleza catalana más levantisca yse enfrenta a los reyes de una manera abierta; y Sara Dertosa es una joven judía, víctima inocente de las decisiones reales. Sus historias se van entrelazando y entre las tres nos ofrecen una mirada distinta de la época y de los Reyes Católicos, al tiempo que nos cuentan su propia peripecia.

-Esta es su primera novela en la que juegan un papel tan decisivo el sexo femenino.

-Así es. Lo he hecho así porque se trata de una época de grandes mujeres, empezando por la reina, que siempre se rodeó de mujeres como consejeras e impulsó la educación de las damas de la corte. Son mujeres, además, con mucha fuerza y carácter porque tienen que vivir y sobrevivir en un mundo de hombres, y la mejor forma de reivindicarlas es darles voz y protagonismo. Naturalmente, para mí ha sido un gran reto ponerme en la piel de estas tres mujeres y tratar de empatizar con ellas y, sobre todo, que resulten verosímiles, pero ha sido también algo apasionante y, desde luego, muy estimulante, a pesar de las grandes dificultades que ello ha entrañado, ya que apenas contamos con testimonios de mujeres de la época. Sin duda, es la novela con la que más he disfrutado escribiendo, y creo que ello se nota, pues todo fluye con soltura.

-En algunos momentos presenta a una Isabel asaltada por los celos de las infidelidades de su esposo ¿ha querido humanizarla?

-Tanto ella como él aparecen muy humanizados, con sus miserias y sus bajezas. Una de las grandes debilidades de Isabel era precisamente Fernando. A pesar de haber sido un matrimonio de intereses, ella parecía estar muy enamorada. De ahí los grandes ataques de celos a causa de las continuas infidelidades de su marido, cuya debilidad eran las mujeres. Esto hace que con frecuencia discutan en privado y que a veces mezclen las grandes cuestiones de gobierno con sus discrepancias sentimentales. Lo más interesante es que, a pesar de esa gran debilidad, Isabel es la que toma las grandes decisiones políticas, las más difíciles y arriesgadas.

-En esta novela hay mucho humor, ironía y sexo. ¿Por qué estos tres ingredientes?

-El humor y la ironía siempre han estado muy presentes en mis novelas. Tal vez aquí lo estén de una forma más espontánea, viva y gozosa, debido al punto de vista de estas tres mujeres. En esta novela, además, el humor o lo cómico se alterna con la tragedia de muchas situaciones. Como en la vida, en esta novela hay un poco de todo, pero es verdad que lo más novedoso, con respecto a mis anteriores novelas, es el sexo. Por fin he perdido el pudor y me arriesgo a mostrar multitud de situaciones que tienen que ver con el sexo, la sensualidad y el erotismo, narradas, además, desde el punto de vista de tres mujeres muy diferentes.

-Ha afirmado que ya está trabajando en otra entrega de un nuevo Manuscrito. ¿Qué nos puede adelantar?

-Este verano empecé a escribir la tercera entrega de las aventuras de Fernando de Rojas, que ya tengo muy armada y que se titulará "El manuscrito de fuego". Se situará de nuevo en Salamanca, ya bien entrado el siglo XVI, que es la Edad de Oro de la ciudad, con un Rojas algo mayor y un nuevo ayudante. Habrá mucha intriga y misterio y aparecerán lugares y personajes históricos absolutamente fantásticos. Pero no puedo contar más.

-¿Está enfrascado en algún otro proyecto ya sea narrativo ya sea académico?

-Llevo ya un tiempo empeñado en acabar un libro de carácter académico sobre literatura española y cine en el que llevo ya mucho tiempo trabajando. El cine, como ya es sabido, es otra de mis grandes pasiones. También tengo en marcha una especie de manual sobre eso que se llama la Edad de Plata de la literatura española.