El fiscal de Violencia de Género exige 21 años de prisión por intento de asesinato y amenazas para el anciano de 88 años que acuchilló a su expareja el 5 de octubre de 2015, al poco tiempo de que la mujer decidiera dejar la relación; y por las lesiones causadas al guardia civil jubilado que la defendió. Por el primero de los delitos, el Ministerio Público pide 14 años de cárcel, al aplicar la agravante de alevosía, puesto que el hombre, de iniciales A.N.F., habría comprado días antes el cuchillo con el que causó heridas muy graves a la mujer en el abdomen y en el cuello, en la agresión ocurrida a la entrada de un supermercado en Morales del Vino, lesiones que le mantuvieron en estado crítico.

Asimismo, la Fiscalía solicita 24 años de prohibición de aproximarse comunicarse por cualquier medio con la víctima; y 10 años de libertad vigilada, una vez salga de la prisión si resulta condenado por la Audiencia Provincial (no por un jurado popular, al tratarse de un intento de asesinato). Por las heridas que causó a su expareja deberá indemnizarle con 3.100 euros y abonarle 20.000 euros por las secuelas. Al Sacyl deberá pagarle 5.034 euros por la asistencia a la víctima. Por el delito de amenazas a quien fue su compañera durante 27 años, la acusación pública solicita que se le condene a dos años de cárcel.

Los otros cinco años de reclusión que exige el fiscal de Violencia de Género, Evaristo Antelo, se corresponden con las lesiones causadas al guardia civil jubilado, Antonio Campos, que auxilió a la mujer y logró reducir al anciano, con lo que impidió que el suceso terminara con la muerte de la expareja del procesado. Por las heridas que provocó al agente, el anciano podría tener que pagar 1.000 euros; y 5.000, por las secuelas que sufre, siempre que la Audiencia admita la petición de la Fiscalía.

Las diligencias, transformadas en sumario, están ya en la Audiencia, que fijará próximamente la fecha del juicio, a celebrar posiblemente en el primer trimestre del año próximo, por lo que los magistrados accedieron a dejar al anciano en libertad bajo fianza de 2.000 euros y con la condición de ingresar en una residencia de ancianos fuera del municipio de Morales del Vino; y la prohibición de aproximarse a su excompañera a menos de 200 metros. El anciano ingresó en la cárcel al día siguiente de la agresión.