La Diputación de Zamora ha sacado a licitación el contrato de conservación y mantenimiento de las carreteras provinciales para los dos próximos años, tarea a la que destina dos millones de euros, incluido el IVA. Entre los criterios para la adjudicación la institución priorizará las mejoras o prestaciones adicionales que presente el contratista, por encima de las mejoras de organigrama, la oferta económica o la metodología.

El contrato incluye a todas las carreteras que actualmente conforman el inventario de vías propiedad de la Diputación, y que suman la nada despreciable cifra de 1.553 kilómetros a lo largo y ancho de la geografía provincial.

El adjudicatario deberá disponer de un centro de conservación abierto 24 horas al día, incluso festivos en caso de necesidad, situado en Zamora capital o un entorno de 25 kilómetros alrededor. El objetivo es que no se tarde más de hora y media en llegar al punto más alejado del contrato de mantenimiento. Además contará con un facultativo (ingeniero de Caminos o ingeniero técnico de Obras Públicas), tres brigadas formadas por un oficial de primera y dos peones, una de ellas dotada de excavadora mixta y dos quitanieves. Además deberá disponer de dos camiones basculantes de doce toneladas, una motoniveladora, dos equipos de compactación y un equipo de extensión de aglomerado.

El contrato exige a la empresa realizar las acciones preventivas que permitan mantener la carretera en unas condiciones adecuadas de circulación, incluidos los episodios de nevadas. Entre otras cosas, deberá atender la retirada de objetos en la calzada o la señalización de accidentes. Además el contrato incluye un segundo grupo de operaciones, en este caso planificadas, para realizar desbroces, tratamientos con herbicidas, repintado de marcas viales, reposición de señalización vertical u horizontal, reparación de blandones e incluso en algunos cosas refuerzos puntuales del firme de las vías provinciales que lo requieran.