El mundo de las artes está de luto por la muerte, a los 67 años, de Félix Matilla Carazo, conocido artísticamente como "Femaca", artífice de la Plaza de los Pintores, por la que pasaron cientos de personas, comisario de muestras nacionales e internaciones e integrante de Vegap, que gestiona en España los derechos de propiedad intelectual de los creadores visuales.

La triste noticia se extendió rápidamente a través de las redes sociales donde diversos artistas quisieron transmitir ayer su pésame a la viuda de este pintor, nacido en Fresno de la Ribera en 1948 y fallecido anteayer en la capital.

Hombre introvertido y con gran sentido del humor, "Femaca" se formó como artista con el pintor asturiano Piñole y fortaleció sus conocimientos con la propia investigación, las vistas a museos y a exposiciones. Pese a que su hacer creativo es pictórico también hizo algo de escultura y en alguna obra, como en "Apocalipsis o sinfonía para doce cuerdas y una coda para integrados", incluye versos.

De su producción, que gira alrededor del hombre, la experta Inés Gutiérrez Carbajal en el estudio "Pintura del siglo XX en Zamora" ha estimado que "parte del surrealismo para jugar con la aversión y con la destrucción expresándose con mucha libertad".

Félix Matilla era un artista concienciado de la importancia de defender los derechos de los creadores, lo que le movió a implicarse activamente en las conversaciones para la actualización de la propiedad Intelectual en los años 90. Socio de la Vegap y era uno de los miembros de su comisión de control económico.

Aparcó un poco su vertiente creadora para centrarse en su faceta de programador de la sala de exposiciones de la Alhóndiga, cargo que ocupó de 2004 a finales de 2012, y de responsable de la Plaza de los Pintores, un proyecto que impulsó en 1997, con el apoyo municipal, para formar a personas con inquietudes pictóricas y por la que pasaron cientos de personas en sus distintas fases. Además promovió numerosas exposiciones tanto en España como en el extranjero.

Defensor del acercamiento cultural con Portugal, hizo posible que expusieran miembros de la Plaza en Braganza, y en los últimos años se involucró en Encuentros, unas colectivas donde exhiben sus obras artistas de múltiples países. La sexta edición, en la que iban a participar creadores de Chile, México, Portugal , España y Holanda tuvo que ser aplazada por la súbita enfermedad de Matilla.

"La Plaza de los Pintores fue su gran ilusión. La pensó para que aquellos que tuvieran una inquietud por las artes pudieran comenzar a desarrollarla y incluso algunos luego cursaron Bellas Artes", explica el artista José Ramón Pacho que pasó por la Plaza al igual que Diego Benéitez, finalista de la 30 edición de los premios BMW de Pintura, que vincula sus inicios artísticos a Matilla. "Cuando no sabía nada del mundo del arte, me ayudó. Me abrió a los circuitos", menciona.

"Realizó una gran labor pedagógica, creó mucha cantera y era un hombre preocupado por los artistas", concreta el alcalde, Francisco Guarido quien tuvo una buena relación con el finado y que menciona que "una de las primeras exposiciones que vi, con unos 20 años, fue una de Félix Matilla".