Gisell es la segunda artista invitada en el V Ciclo Nacional de Magia, que acoge el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales. La joven peruana (1985) compagina en la actualidad sus estudios de magia en Barcelona con su empresa Ilusiones Poéticas, con la que recorre Europa junto a su pareja, también mago, con diferentes espectáculos.

-¿Qué le atrapó del mundo de la magia cuando estaba estudiando Interpretación?

-A los 16 años conocí a un mago mientras estudiaba Teatro. Acompañaba a una amiga que era su asistente y comenzamos a trabajar juntos, pero yo no solo quería pasar el conejo, sino también hacer magia. Me comenzó a enseñar algunos efectos de magia y un día se me presentó la oportunidad de hacer un espectáculo para niños yo sola. Me lancé y cuando una niña dijo "es maga", supe que ese era el camino que quería seguir. Desde entonces han pasado casi veinte años.

-¿Es España un buen lugar para aprender de magia?

-Tras acudir a congresos por toda Sudamérica Chile, Ecuador, Argentina y comprender que la magia es todo un mundo, no solo aprender truquitos, sino una auténtica profesión, en Barcelona conocí al maestro Gabi Pareras, con quien coincidí en varios congresos y quería estudiar con él. España es la cuna de la magia, hay mucha concepción mágica y muchos profesionales, mientras que en Sudamérica estamos todavía actualizándonos. Quien se acercaba más a la cartomancia, que es lo que yo quería aprender, era Gabi. Y por eso le expresé mi deseo de estudiar con él. Estoy en España desde marzo, también en una escuela de mimo, porque me gusta la magia corporal.

-¿Es complicado hacerse un hueco en este mundo siendo mujer?

-Desde mi condición trato que la magia no hable de lo bella que es la maga. Hay muchos estereotipos, de los que nosotras también hemos sido parte, como las antiguas asistentes de los magos. Yo trato de enfocar mi espectáculo de manera muy neutra, para que no vean a una mujer, sino que disfruten de la magia y de lo que propongo con ella.

-¿Le gusta más la magia de cerca o prefiere marcar distancia con el público a través de un escenario?

-He estado mucho tiempo en la magia de escena, pero desde hace casi año y medio estoy enfocada en la magia de cerca, que es la base para entender la magia. Aunque tiene un gran riesgo, porque te sientes desnuda y no puedes inventarte otra personalidad porque se te ve todo. Así que lo mejor que puedes dar es eso, ser tú misma. Es lo que he podido experimentar y lo que estoy buscando. La magia es blanco o negro, sale o no sale. No hay intermedios y siempre hay nervios, pero es lo que nos gusta, estar en el limbo.

-¿Le gusta que el público participe en sus espectáculos?

-Me encanta tenerlos cerca, a lo Juan Tamariz. No me quiero comparar con él porque es un gran maestro, con una magia super familiar. Él siempre empieza burlándose de él mismo y después ya puede reírse de los demás. Invita a que todos entren a su mundo y para mí es uno de mis grandes referentes. Me gusta sentir la cercanía del público, no estar en un gran escenario, sino más bien en una reunión familiar.

-¿Con qué elemento se siente más cómoda?

-Me gustan mucho las cartas, pero también hago aros para romper la cuarta pared al principio del espectáculo. Aparte de las monedas, ahora acabo de añadir un cubilete de cuero para experimentar con la imaginación. Estoy muy contenta con los elementos que utilizo porque primero me he enamorado de ellos y ensayo mucho. Cada uno tiene su magia especial.

-¿Qué se encontrarán los zamoranos que acudan a disfrutar de su espectáculo esta noche?

-Quiero involucrarlos en una aventura, como ha sido la mía con la magia a través de mis historias, hacerles sentir que han estado ya en ese lugar, tener la sensación de haber vivido eso. Son pequeñas historias para llevarlos en un viaje mágico por diferentes paisajes de mi vida.