El centro de la ciudad y las calles del casco antiguo se inundaron ayer del alegre colorido de los trajes tradicionales de todas las comarcas zamoranas en la concentración para asistir a la misa castellana-leonesa de la Catedral.

"Son mucho más que otros años", comentaba un hombre que presenciaba el paso de la comitiva que abría la flauta y el tamboril interpretada por cuatro integrantes de Tradición y Música Popular. Les seguían cientos de mujeres, y algún hombre, tanto de la capital como de distintos puntos de la provincia, desde Moralina, Gallegos del Río hasta Corrales del Vino, con productos de la tierra, como pimientos, manzanas o magdalenas, que entregaron en el ofertorio de la eucaristía, que presidió Juan González y en la que cantó Santarén Folk.

"Somos un grupo de amigas de la capital que venimos porque queremos conservar esta tradición", explica una asistente mientras que otra que acude con su familia añade: "Hay que apoyar iniciativas que dan a conocer la riqueza de la cultura tradicional y estos trajes". En la iniciativa, organizada desde hace más de 25 años por Mujeres en Igualdad, participaron también muchos menores, algunos como la bebé Yannira de siete meses, integrantes, entre otros colectivos, de La Arracada, alumnos de la escuela de Doña Urraca así como de Don Sancho que portaban las tiras de la bandera de Zamora. Nueva savia para continuar con la tradición.