Las suplencias y los refuerzos a juzgados ya existentes se llevarán a cabo en adelante por jueces que han aprobado la oposición pero para los que todavía no hay plazas de titular. Así se solventará la limitación casi total de la figura de los jueces sustitutos a los que se venía acudiendo, tras las restricciones económicas del Gobierno. En Zamora esa política de recorte llevó a que jueces titulares de la capital tuvieran que asumir el funcionamiento de otro órgano durante varios meses a lo largo de 2015. Está por determinar el número de los que se incorporarán a Castilla y León, señaló ayer el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), José Luis Concepción, que estuvo inspeccionando el Juzgado de lo Penal. Concepción apostó por este sistema que dejará en desuso la figura del juez sustituto, ya que "implica apostar por la profesionalidad". Se muestra, así, favorable a la adopción de "medidas alternativas para que los profesionales puedan suplir las vacantes, con un estímulo adecuado".

Estos jueces profesionales "vendrán como jueces de adscripción territorial", una figura que criticaron quienes están en esa situación en su día en un congreso celebrado en Zamora, críticas a las que Concepción respondió que "les permite en los primeros años de ejercicio servir en territorios que ni por asomo podrían pensar en cubrir" si tuvieran su plaza por oposición, ya que se les destina a municipios más pequeños.

El presidente del TSJ recordó que en la cerrera judicial, cuando se obtiene plaza, los primeros destinos son a pueblos pequeños y, tras ascender a magistrados, se les corresponden "territorios menos apetecibles. Gracias a esa figura" del juez de adscripción "hay jueces que pueden quedarse ejerciendo en Castilla y León, o sea, que todo tiene sus pros y sus contras", concluyó. Estos jueces serán los encargados de cubrir refuerzos y suplencias.