La Delegación en Zamora de la Junta de Castilla y León acogió ayer una reunión entre Alberto Castro, representantes de la Guardia Civil y alcaldes de la provincia cuyos pueblos acogieron en 2015 festejos taurinos mayores para poner sobre la mesa, entre otras cuestiones, el dispositivo de seguridad que debe rodear este tipo de espectáculos. El delegado quiso recordar a los alcaldes que la Junta "vigila el correcto cumplimiento de todas las condiciones" inherentes a los festejos taurinos. En este sentido, aseguró el delegado ante los medios, la Junta inicia "muchos expedientes sancionadores" porque los organizadores "no cumplen la normativa exigida" en los festejos taurinos, ya sean mayores o populares. "Exigimos el cuidado y respeto a los toros, que no exista maltrato animal sobre todo en el caso de las capeas. Cuando no se cumplen los requisitos, hay consecuencias", subrayó Castro. Las sanciones de este tipo pueden ascender hasta los 24.000 euros, confirmaron fuentes de la Junta.

Por lo demás, Castro aprovechó la ocasión para remarcar el "motor económico" que suponen los festejos taurinos para muchas localidades, algo que va acompañado a la "identidad cultural hasta el punto de que muchos pueblos no entenderían sus fiestas sin espectáculos taurinos". En la provincia de Zamora, aseguró el delegado, se celebraron durante el año pasado 25 festejos mayores -corridas de toros y rejones, novilladas o becerradas, principalmente- y 240 festejos populares.

La reunión de ayer también sirvió para poner sobre la mesa los cambios que se podrían introducir en el reglamento taurino regional. Los festejos mayores deben contar, dice la legislación, con un delegado de autoridad, puesto que habitualmente está ocupado por algún miembro de la Guardia Civil. Sin embargo, durante el mes de agosto -principalmente por las vacaciones y por el aumento de festejos de las fiestas de los pueblos- es "complicado que la Guardia Civil pueda hacerse cargo de la vigilancia en este tipo de festejos". En este punto, Alberto Castro introdujo la posibilidad de que el puesto de delegado de la autoridad pueda ser ocupado por un funcionario del Ayuntamiento en el que se celebre el festejo, una labor para la que el personal designado tendrá que contar con la colaboración de la propia Guardia Civil. Alberto Castro recordó que en los principales municipios de la provincia, como en Zamora capital, Benavente y Toro, el puesto de delegado de la autoridad "ya está ocupado por la Policía Municipal, perfectamente preparada para desempeñar estas funciones".