El Renault Laguna circulaba en dirección prohibida en la avenida de Príncipe de Asturias, con exceso de velocidad y haciendo zig-zag, hasta que le cortó el paso la fachada del comercio de ropa y calzado Backside, situado en la calle Amargura. Sorprendentemente, no hubo que lamentar heridos, la joven conductora y los dos ocupantes, uno de ellos menor de edad, salieron ilesos. La Policía Nacional arrestó in situ a quien iba al volante, que quedó ayer en libertad con cargos, tras acabar en la Comisaría de Zamora y declarar ante el juez. Carecía de carné de conducir.

Sin embargo, los daños ocasionados al negocio "son cuantiosos", indicó uno de sus propietarios, a la espera de completar el arreglo de todo el frente del establecimiento, una estructura metálica, montada "como si fuera un mecano", que tienen que desmontar pieza a pieza para poder repararla, "a medida que vamos retirándolas vamos encontrando desperfectos". A estos perjuicios, hay que añadir las pérdidas que supondrá tener el comercio cerrado desde ayer y durante el día de hoy, como poco, agrega el dueño.

Persecución y fuga

Eran las 5.00 horas de ayer y la joven de 18 años, de iniciales E.C., iba en dirección contraria cuando se topó de frente con una patrulla de la Policía Nacional. Los agentes le dieron el alto, pero no lograron que se detuviera e incluso iniciaron una persecución para evitar un posible accidente. Cuando los policías consiguieron cerrarle el paso, el Renault Laguna giró a la calle Amargura, en dirección a la confluencia con la avenida de Requejo. Ya no pudo continuar su camino, la joven perdió el control del coche y entró directamente a la tienda de ropa. La detenida, que trató de darse a la fuga a pie, resultó ilesa, al igual que los dos varones que viajaban con ella. La prueba para detectar el consumo de sustancias prohibidas dio positivo: la joven había tomado drogas.

El estruendo por el tremendo, impacto del vehículo contra la fachada del establecimiento, despertó a los vecinos del edificio y conectó de inmediato la alarma de la tienda. El turismo quedó a escasos metros del mostrador, se llevó por delante la trapa de la puerta de entrada, los muebles que había en el interior, a la derecha, mesas de exposición y maniquíes allí ubicados. En cuanto a la ropa y el calzado, los daños fueron menores porque en esa parte del establecimiento no se expone muchos ni existen estanterías tan cercanas a la puerta. El comercio ha contratado vigilancia para evitar tanto accidentes como para impedir la entrada desde la calle, a la espera de reparar todo el frontal, trapas y puerta.