El entramado de calles que conforman Pablo Morillo y sus paralelas y perpendiculares tienen un problema común: los baches que aparecen a los lados de la calzada, en la zona donde aparcan los vehículos. Son perfectamente visibles y tienen una particularidad, dado que se forman importantes charcos en los días en los que llueve sobre la capital zamorana. Los vecinos y comerciantes reclaman un arreglo a esta problemática dentro del plan del millón de euros.