El Tribunal Supremo ha ratificado la aplicación de las jubilaciones de médicos a los 65 años acordadas por Sacyl, según informa la Junta de Castilla y León, lo que significa que los facultativos que habían recurrido, y ganado, su "jubilación forzosa" y se habían reincorporado a sus puestos de trabajo, entre ellos algún jefe de servicio en Zamora, tendrán que volver al retiro.

El Tribunal Supremo avaló el pasado 16 de marzo el Plan de Ordenación de Recursos Humanos y un día más tarde, el 17, dejó sin efecto la sentencia de la Sala de Valladolid del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que ordenaba el reingreso de un médico jubilado por Sacyl. Esta última es la sentencia que dio a conocer ayer la Junta.

La resolución del Supremo "pone fin a las diversas y contradictorias resoluciones adoptadas judicialmente en torno al desarrollo del Plan de Ordenación de Recursos Humanos de la Gerencia Regional de Salud". Un plan que según la Consejería de Sanidad daba cumplimiento a la regulación estatal, que establece, con carácter general, la jubilación a los 65 años, y condicionaba la prórroga voluntaria en el servicio activo de los profesionales que cumplían 65 años a dos premisas: carencia de personal para sustituir al solicitante de prórroga o, en su caso, en atención a la relevancia de las técnicas sanitarias que realizara.

En esta sentencia, se recuerda la doctrina del Tribunal: "El legislador establece la posibilidad de que el interesado solicite su permanencia en el servicio activo con el límite máximo de 70 años pero no impone a la Administración la correlativa obligación de autorizar la permanencia en el servicio activo hasta que el interesado alcance los 70 años, sino de autorizar esa permanencia en función de las necesidades de la organización articuladas en el marco de los Planes de Ordenación". Algunos facultativos recurrieron ante los tribunales los acuerdos de jubilación producidos desde entonces y, mientras la Sala de lo Contencioso Administrativo de Burgos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León había rechazado tales solicitudes por considerar que las jubilaciones eran correctas, la Sala homóloga de Valladolid había llegado a una solución contraria razonando que el gerente regional de Salud no era competente para acordar esas jubilaciones.