El cierre del grifo crediticio de las entidades financieras y la percepción todavía incierta o incluso negativa que muchos zamoranos tienen del futuro económico tiene su reflejo en el estado que presentan las cuentas bancarias en la provincia. Así las cosas, los datos que maneja la Junta de Castilla y León al respecto dejan dos conclusiones claras. El consumo no remonta, como muestra que el nivel de ahorro de los zamoranos está en máximos a pesar de la caída generalizada de salarios. Y segundo, las dudas sobre el futuro, unidas a la caída del crédito, hacen que los depósitos a largo plazo se encuentren en unos niveles muy bajos, los más reducidos desde el año 2008.

Por partes. Centrando el análisis en los créditos concedidos por las entidades financieras al sector privado zamorano (empresas y particulares) puede apreciarse una acusada caída en los últimos años. Si los zamoranos llegaron a deber 3.710 millones de euros a los bancos a finales del año 2008, la cifra se ha reducido hasta los 2.485. Es decir, ha mermado un tercio. Al hecho innegable de que ahora se conceden menos créditos a empresas y se firman menos hipotecas (y por menos dinero) hay que unir que los préstamos concedidos en los años previos a la crisis se van amortizando, lo que reduce sensiblemente el montante total.

En este punto cabe analizar también lo que sucede con los créditos que las entidades financieras conceden a las administraciones públicas. Aunque el presupuesto del sector público es más reducido y no se necesitan los créditos de antaño, parece que las entidades financieras reconocen un menor riesgo a los préstamos que piden las administraciones. A fecha de cierre del ejercicio pasado los entes públicos zamoranos tenían deudas financieras por valor de más de 61 millones de euros. La cifra es muy baja si se la compara con los 111 millones del año 2012, pero no tanto si en el otro extremo están los poco más de 69 millones de euros que marca el inicio de la serie histórica, en el año 2007. Si se comparan estos dos extremos en el sector privado la diferencia roza los mil millones de euros.

Queda por analizar los depósitos. Aunque parezca contradictorio por los sucesivos años de aumento del paro y reducción de salarios, tónica generalizada en toda la sociedad zamorana, lo cierto es que los datos muestran que el nivel de ahorro está en máximos. Los zamoranos guardan en el banco, exclusivamente en cuentas de ahorro, 1.836 millones de euros. En el ejercicio previo a la entrada en escena de la crisis económica, 2007, estas cuentas tenían, conjuntamente, un valor de 1.187 millones. Son 649 millones de diferencia, algo muy sustancial. Es destacable como el nivel de ahorro ha ido aumentando desde que la crisis económica comenzó a dejar sentir sus efectos en la provincia.

Si llamativo es el aumento de la cantidad ingresada en las cuentas de ahorro, no lo es menos el paulatino descenso de los depósitos a plazo. Cada vez son menos los zamoranos que optan por inmovilizar su dinero durante un tiempo determinado a cambio de un interés ofrecido por la entidad financiera en cuestión. La evolución de los datos muestra que los clientes bancarios huyen de esta fórmula y se concentran en las cuentas de ahorro, que ofrecen una rentabilidad más baja o incluso inexistente pero que permiten tener disponible el dinero en el momento que se quiera. Los números indican que los depósitos a plazo en la provincia de Zamora ascienden en estos momentos de más de 2.138 millones de euros, unos cuatrocientos millones menos que en el año 2011, cuando se tocó techo en este sentido.