La Virgen de Belén regresa al Museo Catedralicio de Zamora tras una restauración de cuatro meses promovida por el Cabildo Catedralicio con la recaudación de las entradas.

La talla, realizada en madera de pino en el primer decenio del siglo XVII por maestros del taller de Toro, representa a la Virgen con el Niño en su regazo, presentaba muchas capas de aceites que han deteriorado el estofado, había perdido partes, como tres dedos en el caso del Niño y dos falanges en el de María, todos ellos ahora reparados o unas cejas y pestañas que no eran las originales, según explican el director del taller diocesano de restauración, Bernardo Medina y la restauradora, Patricia Ganado.

La actuación, que ha combinado restauración y conservación, permite ver ahora una hendidura en la peana donde en tiempos estuvo una reliquia y una suave carnación así como un rico manto muy similar al de la Virgen Calva.

La pieza que tuvo mucho culto en Toro, realizada en madera de pino, algo inusual en los maestro Ducete y De Rueda a los que ha atribuido la obra José Navarro Talegón aunque para Luis Vasallo Toranzo corresponde a Esteban de Rueda, se ha expuesto en la primera muestra de Edades del Hombre, en 1988 y también se exhibió en Nueva York, en "Tiempo de Esperanza", comenta el delegado diocesano de Patrimonio y director del Museo Diocesano, José Ángel Rivera de las Heras quien asegura que "no estará" en Aqua en Toro.