El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, aseguró ayer que Carrefour "debe públicamente manifestar su compromiso en el mantenimiento, como mínimo, de todos los puestos de trabajo" que actualmente tiene Eroski en Zamora. El regidor municipal se expresó así a través de su cuenta personal en Facebook después de mantener una reunión con los responsables del hipermercado Eroski en Zamora y del Centro Comercial Valderaduey. No obstante, el alcalde de Zamora apostilló que desde el Ayuntamiento "queremos dar un margen de confianza a la nueva empresa".

La reunión ha llegado unos días después de que Carrefour y Eroski anunciaran una gran operación mediante la cual la primera cadena compraría más de treinta grandes superficies de la segunda, repartidas por todo el territorio nacional. Entre ellas se encuentra el hipermercado abierto en el Centro Comercial Valderaduey, que presta servicio a los zamoranos desde hace más de veinte años.

"Desde el Ayuntamiento se apoya el mantenimiento de los 150 puestos de trabajo de Eroski" en la provincia, aseguró Guarido. "Hay que pensar, además, en los 160 puestos de trabajo que existen en la galería comercial y por supuesto en los puestos de trabajo indirectos" generados por Eroski. Aunque el hipermercado ocupa cerca de la mitad de la extensión total del Centro Comercial Valderaduey, su cierre y posterior apertura de Carrefour no afecta a las actividades del resto de negocios que hay en la infraestructura, que en su día fue la mayor superficie comercial de Castilla y León.

De la reunión mantenida durante la mañana de ayer, siempre según lo apuntado por Guarido a través de las redes sociales, "se concluye que la disposición de Carrefour es positiva en este aspecto", en el de mantener los puestos de trabajo generados en Zamora, unos puestos que son el sustento principal de más de un centenar de familias en la ciudad y pueblos cercanos. "Pero, a la vez, y para plena confianza de los trabajadores, el Ayuntamiento entiende que la nueva empresa debería indicarlo de forma precisa y expresa".

La operación se cerró, a nivel nacional, por más de doscientos millones de euros y tiene que ser aprobada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. La estrategia de Eroski pasa por desprenderse de grandes superficies comerciales en territorios donde no es líder y centrar su estrategia de expansión en un nuevo formato. La empresa asegura que a partir de ahora se potenciará la apertura de supermercados en el entorno urbano a través de franquiciados para "tener un nuevo servicio más cercano con los consumidores".