El fiscal describió ayer, en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial contra dos acusados de estafa, "un sistema" ideado para quedarse con 84 terneros de un ganadero de Zamora, al que pagaron 68.000 euros con un cheque sin fondos, a cobrar en una cuenta ya cancelada, para vender la mitad rápidamente a un tercer empresario antes de ser descubierto el engaño. Un delito por el que la Fiscalía exige tres años de prisión a cada uno, el pago del dinero desembolsado por el ganadero zamorano y multas de 2.700 euros a cada uno.

Los dos acusados, de iniciales A.E.K. y Z.A., buscaban por Internet explotaciones ganaderas para adquirir reses para llevárselas a Marruecos, destino al que nunca llegaba el ganado porque las revendían en España a terceros, tras simular el pago al primer propietario con cheques que, como en el caso ocurrido en Zamora el 19 de agosto de 2013, debían cobrarse de una cuenta anulada dos meses antes, abundó el fiscal. "El ganadero zamorano", propietario de la empresa Vic Naciente S.L., ubicada en la capital, "quiere recibir dinero en metálico", explicó el fiscal jefe de la Audiencia, Rafael de Vega Irañeta, "recibir el dinero antes de vender y le presentaron un pagaré con apariencia de solvencia", ya que cuando llamó a su banco para que comprobara el ingreso, en la pantalla del ordenador aparecían los 68.000 euros.

Por eso, el zamorano "confía" en los procesados y les entrega los 84 terneros, trasladados de inmediato a una explotación de Lérida para pasar la cuarentena preceptiva antes de su exportación a Marruecos. Y, según el fiscal, el empresario zamorano "vuelve por segunda vez a ser engañado" porque, cuando descubre que la cuenta de la que debía cobrar el cheque está anulada desde hace dos meses, la mitad de las reses que llevaron a Lérida, de origen portugués, ya lo habían vendido a un ganadero de Gerona.

El Ministerio Público, a cuyas tesis se adhirió la acusación particular, les acusó de que cuando ya esos terneros lusos se habían vendido a espaldas del ganadero de la capital, los dos procesados vuelven a Zamora y tratan de que se los cambie por terneros zamoranos, con la única intención de conseguir más animales para llevárselos y venderlos y obtener un mayor beneficio.

Los dos procesados sostuvieron en todo momento que el cheque entregado "era como garantía, no para que cobrara" el zamorano, solo hasta que llegara la persona de Marruecos que los iba a comprar. Uno de ellos afirmó que desconocían que se hubiera dado de baja la cuenta e, incluso, declaró que advirtió al ganadero zamorano de que el pagaré no tenía fondos.

Este imputado negó que la iniciativa de llevar los terneros a Lérida partiera de ellos, "los mandó él", el empresario zamorano, para que pasaran la cuarentena, a pesar de que él le había dicho "que mejor llevarlos a Huesca", donde el marroquí tenía un amigo. A partir de aquí, el acusado concretó que la mitad del ganado no tenía guía porque no era de origen zamorano, sino portugués, y que por eso no podían enviarlo a Marruecos y quisieron cambiarlo por otras reses.

El abogado de los dos procesados pidió la libre absolución porque "desde el primer día" el propietario del ganado "sabía dónde estaban los terneros, en Lérida, y si el pago no es efectivo, ¿por qué no lo recupera?". Aludió el letrado al testimonio del ganadero de esa localidad catalana, que admitió haber cobrado los 42.000 euros de la venta de esa mitad de los terneros portugueses al empresario de Gerona. Un dinero que "le di en efectivo" a A.E.K., afirma el leridano, "para ir a comprar más" animales. Una entrega que se hace pesar de que le debían la estancia del ganado en su explotación, "no se entiende que no deduzca" esa deuda de los 42.000 euros, añadió el letrado. Y solicitó a la Audiencia que dedujera testimonio de las manifestaciones de ese testigo por considerar que podría haber incurrido en un delito de apropiación indebida o estafa por negociar la venta de la mitad de los terneros, puesto que "dice que trata" con el ganadero gerundés "directamente" y no con los dos acusados. El comprador último de las reses aseguró haber pagado 48.000 euros.