Salamanca ha sido la última ciudad en adquirir la gestión del edificio Banco de España sin pagar un solo euro al Estado. Un acuerdo a tres bandas entre la Universidad, el Ayuntamiento y el Ministerio de Hacienda permitirá instalar en el inmueble el Centro Internacional de Referencia del Español de manera gratuita. Se trata de una maniobra que pone de manifiesto que el contrato firmado por el Ayuntamiento de Zamora con el Gobierno para el alquiler del conjunto de Cristo Rey no fue un buen negocio. Máxime, teniendo en cuenta que varios de los acuerdos se cerraron antes del año 2014, cuando se rubricó el documento en Zamora. El Consistorio pagará 90.000 euros anuales que muchas ciudades se han ahorrado. A continuación, los casos que mejor muestran el agravio comparativo con la capital del Duero.

En julio de 2013, el alcalde de Jaén viajó hasta Madrid para cerrar con el mismo Cristóbal Montoro un acuerdo de cesión del edificio del Banco de España. El Estado, en un principio, había anunciado la entrega de las llaves de forma gratuita, aunque finalmente en el acuerdo se incluyó la permuta por dos solares en una zona de ampliación de la capital jiennense que revertirán al Ayuntamiento en diez años si el Gobierno central no los utiliza. El espacio albergaría el Conservatorio Superior de Música y el Archivo Histórico Municipal.

El Consistorio de Tarragona también mostró astucia, aunque le costó seis años conseguir su propósito. En el año 2004 inició las negociaciones con el Ministerio de Hacienda para que le cediera gratuitamente el edificio y destinarlo a espacios municipales. En 2010 esa negociación llegó a su fin, con la permuta del edificio histórico a cambio de un solar en el que el Estado construiría dependencias de Extranjería. Hoy, ni el Banco de España ni el solar albergan atisbos de actividad, aunque el edificio ya es propiedad del Ayuntamiento tarraconense.

También en 2013 conseguía Santander hacerse con las llaves del edificio del Banco de España sin pagar un solo euro. Contó con la ayuda del Gobierno de Cantabria, quien ofertó al Estado intercambiar este inmueble por otro en desuso, algo que la cartera de Hacienda aceptó. Hoy, se barajan diferentes usos museísticos para este espacio.

Santiago de Compostela fue una de esas ciudades que se benefició de las permutas realizadas con la Dirección General de Patrimonio al poco tiempo de cerrar la sucursal del Banco de España. Sin embargo, también fue hábil negociadora, dado que en 2008 consiguió una cesión gratuita con este organismo para albergar el Museo de las Peregrinaciones.

Actividad gubernamental

De la veintena de sedes del Banco de España que se cerraron a finales del siglo pasado, la gran mayoría actualmente son delegaciones de Economía y Hacienda, subdelegaciones del Gobierno, Juzgados o gerencias del Catastro. Otras han logrado acuerdos para convertirse en museos, archivos o centros culturales, todos ellos a través de cesiones o permutas con el Gobierno central.

Orense también paga

El caso más parecido al de Zamora se encuentra en Orense, donde, en 2013, el Ayuntamiento consiguió la cesión de la planta baja del Banco de España (500 metros cuadrados) a cambio de un alquiler de 37.000 euros anuales durante 25 años.