Son ya siete años los que lleva la Asociación Cultural Águedas de San José Obrero "conquistando" las calles del barrio en el fin de semana más cercano a la festividad de la santa de Catania -el 5 de febrero- con su tradicional procesión, a la que le sigue una misa castellana en la iglesia del barrio.

Este año, las más de sesenta mujeres que componen la asociación temían no poder sacar a su imagen, obra del autor zamorano José Ángel Domínguez, que elaboró la talla hace ya cuatro años, por culpa del mal tiempo. Las nubes llevaban amenazando todo el día con terminan en aguacero, ante lo que la presidenta de la asociación, Pilar Esteban, tenía un plan alternativo. "Si la lluvia nos lo impide, procesionaremos con la santa dentro de la parroquia", desvelaba poco antes del inicio de los actos.

Sin embargo, el cielo perdonó y la tradición se pudo cumplir. Primero, solicitando la pertinente autorización al párroco para poder sacar a santa Águeda, que permanece durante todo el año en una de las capillas del templo. Tras el corte de la cinta y el cántico del himno del grupo, estrenado el pasado año y que viene a sustituir el tradicional Salve, las mujeres sacaron en andas y adornada con flores a su patrona.

Sin miedo al frío, bien protegidas por los vistosos trajes regionales -la mayor parte de ellos auténticas obras de artesanía manual, elaborados por las propias manos de las que lo lucen- las águedas recorrieron algunas calles de San José Obrero, acompañadas por vecinos, devotos y curiosos. Cada año, la asociación elige calles diferentes del barrio para realizar sus procesiones.

Una vez de vuelta en la parroquia, el sacerdote inició una eucaristía donde las águedas son auténticas protagonistas, interpretando las canciones elaboradas por la directora del grupo, Eva Velasco, con letras religiosas pero con música tradicional. Una combinación que hace especiales tanto el momento del ofertorio como la salida final de la iglesia.

Un año más, la jornada festiva finalizó con una invitación a todos los vecinos que se quisieran unir a un convite de pastas y vino en los locales de la parroquia, ofrecidos por las socias de la agrupación cultural femenina, que amenizaron la clausura de la fiesta con un baile.

Agradecidas por "las facilidades" que siempre les ofrece el sacerdote del barrio, Luis Miguel Rodríguez Herrero, para sacar adelante esta celebración en cada edición, las águedas aseguraron que este año, como en ocasiones anteriores, "terminaremos cantando para que los vecinos se vayan a sus casas", dando así por concluido el encuentro más importante que tienen cada año en su barrio de origen.