La Confederación Hidrográfica del Duero estima que hacia mediodía de hoy la crecida del río alcance su punto máximo en la capital, con mil metros cúbicos por segundo, caudal que marca el umbral de alerta, es decir, de vigilancia, pero no de alarma, éste último establecido a partir de los 1.300 metros cúbicos por segundo. En la jornada de ayer el río seguía creciendo y de hecho a las siete de la tarde alcanzaba los 872,70 metros cúbicos, un caudal que prácticamente doblaba al registrado tan solo un día antes, que era de 457,45. La tendencia era creciente hasta que pase la punta de la crecida a lo largo de la jornada de hoy.

En cuanto al nivel, ha subido desde 1,06 metros que tenía el pasado martes a los 1,69 metros que llevaba a las siete de la tarde de ayer en este caso con tendencia a estabilizarse, al contrario que el caudal, donde la previsión es que siguiera subiendo.

La explicación del comportamiento del río a su paso por la capital hay que buscarla en lo sucedido en días precedentes. Las riadas de las cabeceras de los ríos van llegando a los cursos bajos. En Zamora afecta no solo el agua que trae el Duero, sino también el aporte de todos los afluentes, especialmente el Pisuerga, que es el más caudaloso.

Ayer se alcanzaba la crecida del río Pisuerga por la ciudad de Valladolid con un caudal en torno a 780 metros cúbicos/segundo.

La onda de la crecida del Pisuerga se va trasladando al río Duero en su tramo bajo y ayer, de hecho, entraban ya el alerta las estaciones de medición situadas en San Miguel del Pino (Valladolid) y Toro.

La crecida del río se dejaba sentir, desde luego, en la capital zamorana, ya que las zonas inundables se llenaban de agua a ojos vista. Distintos tramos del parque de los Tres Árboles, los paseos ribereños de ambas márgenes, el paso bajo el Puente de Piedra o la zona de los Pelambres quedaban inundados bajo las aguas por la crecida del Duero que mientras se mantenga en estos niveles no suele provocar demasiados daños.

Incluso con el nivel de alarma de los mil metros cúbicos los perjuicios suelen ser limitados, aunque siempre pueden tener sus consecuencias tanto en los paseos ribereños como el mobiliario urbano de estas zonas o las tierras de labor de la parte de Villagodio, donde el cauce tiene facilidad para el desbordamiento.

La Dirección General de Protección Civil y Emergencias señaló ayer en un comunicado que mantiene la vigilancia ante posibles desbordamientos del Duero en Zamora. Y, ante la crecida de ríos y el riesgo de inundaciones, ha hecho públicas una serie de recomendaciones. Por ejemplo, evitar la conducción en áreas inundadas; es mejor abandonar el automóvil y buscar un terreno más amplio en caso de verse rodeado de agua.Hay que procurar circular, preferentemente, por carreteras principales y autopistas.

Otro consejo consiste en alejarse de vías y torrentes y no trate de atravesar a pie vados inundados o corrientes de agua.Y en caso de tener que evacuar el domicilio, se aconseja trasladar los artículos esenciales a los pisos más altos, cerrar la toma principal de electricidad y gas y seguir las instrucciones de las autoridades.