Los ciudadanos pudieron votar, de forma presencial, una vez anulados los sufragios que habían enviado por correo para las elecciones del 24 de mayo, ante las sospechas de que pudieran haber sido manipulados en el trámite de solicitud, una denuncia en la que se apuntaba que el alcalde de Fariza, el socialista Manuel Ramos, "va por las casas de las personas mayores de la localidad pidiendo el voto, recogiendo DNI de cada una de ellas y desde el propio Ayuntamiento, a través del secretario y el auxiliar administrativo se realizan las solicitudes del voto por correo de Fariza y localidades anejas". La grabación de una conversación al cartero, en la que describe esta práctica, dio origen a la denuncia y la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía Provincial y a la intervención de nueve sufragios por parte de la Guardia Civil el mismo día de los comicios. Sin embargo, los titulares de los votos que el cartero apuntaba entre los emitidos de esa forma irregular que pudieron acudir la Juzgado para testificar no ratificaron ese tipo de práctica; otros se excusaron por razones médicas para no declarar; otros afirmaron haber firmado ellos mismos las solicitudes de los votos y haber recibido en voto en su propio domicilio; y otros que emitieron su sufragio de forma libre o que lo hicieron ayudados por personas que no cometieron irregularidad alguna.

El informe de la Fiscalía, en el que solicita el archivo de la causa judicial y en el que se basa el juez, advierte de que "en lo sucesivo deberá vigilarse el cumplimiento estricto de las formalidades legales para que se puedan evitar conductas como las que han sido objeto del presente procedimiento". En esta conclusión alude a la finalidad de "no causar perjuicio a las personas que, queriendo ejercitar su derecho al voto, puedan verse impedidas" para ello "por una mala praxis" de las que se ofrecen a ayudarles.