El poeta Diego Álvarez Miguel ha puesto el punto y final a la XIV edición de los Encuentros Literarios con alumnos de Bachillerato en la Biblioteca Pública del Estado. Una actividad de fomento de la lectura en la que, en el último mes y medio, han participado más de 800 alumnos de los institutos de la capital.

-¿Cómo nació su interés por la poesía?

-Fui antes escritor que lector. Cuando estaba en el instituto no me gustaba leer. Creía que no me gustaba leer, pero luego descubrí a ciertos autores que me hicieron tirar de la manta y comenzar a interesarme por la lectura. Desde niño me gustaba escribir mis cosas, entre ellas poesía porque tenía poemas en los libros de texto y me llamaban la atención, o un diario. No fue hasta más tarde que descubrí a ciertos autores y comenzó mi interés real por la literatura.

-¿Qué voces influyeron en usted?

-Lamentablemente la muerte de Ángel González despertó mi interés por la poesía. El primer poeta que de verdad me llamó la atención y que me impulsó a seguir investigando fue Ángel González. Lo descubrí cuando falleció y yo estaba estudiando 2º de Bachillerato. Lo conocí porque su fallecimiento fue noticia en Oviedo y a partir de ahí comencé a leerle. Luego pasé a la poesía de la experiencia, a los poetas latinoamericanos, que hasta entonces desconocía.

-¿Cuándo considera que realmente comenzó a escribir poesía?

-Cuando descubrí la poesía que me gustaba comencé a escribir poemas. De manera paralela también inicié mi contacto con la gente del mundillo de las letras de mi edad e incluso mayor, que me hicieron sentir muy arropado. De hecho en mi primer año de carrera fui con un grupo de poetas de la Asociación de Escritores de Asturias al Bus del Verso, un viaje a Madrid para recitar. Desde entonces, empecé a escribir y escribir y a remitir poemarios a concursos y certámenes durante años hasta que finalmente uno ganó. Fue "Un día, tres otoños", que supuso un reconocimiento especial por ser el primero que conllevaba la publicación. Luego fueron llegando otros, hasta el Hiperión.

-El premio Hiperión lo han logrado firmas que con los años han sido muy reconocidas. ¿Da vértigo?

-Nunca se sabe qué pasará. Hay que ir sin pretensiones. Es un premio que te ofrece una gran visibilidad y hace que tu nombre comience a sonar en muchos más círculos.

-Poesía para usted es...

-No sé que es para mí la poesía salvo que se trata de un ejercicio artístico que me gusta realizar y consumir e incluso experimentar con él. Cuando se quiere escribir lo primero que se tiene que tener claro qué se quiere o qué se está buscando.

-En sus poemarios emplea un lenguaje sencillo, huye de artificios y barroquismos.

-Estoy en contra de las obras barrocas como primera lectura. Es absurdo porque aparta de la lectura. Mi poesía es sencilla y simple, no es artificiosa en su estructura. Quizá es menos cuidada porque no es tan estricta o tan compleja como la hecha por otros poetas. Tengo un par de sonetos, pero opto más por el verso libre. No me decanto por la camisa de fuerza de las estrofas con una métrica concreta.

-La poesía es el género al que parece que es más costoso que el lector llegue.

-Se trata de un error de la educación lectora y literaria que nos dan desde pequeños. La poesía si empiezas a leer algo asimilable su lectura será tan placentera como la de una novela o un ensayo. Además, ahora gracias a Internet están apareciendo muchos poemarios de autores que llegan a la gente joven que se salta el paso de la escuela, lo que nos ayuda a los escritores porque la gente ya tiene la poesía en su cabeza y entre sus lecturas, ya sea de calidad o no. A partir de ahí se ha de suponer una evolución en sus lecturas para llegar a cosas más complejas.

-¿De qué manera se puede "enganchar" a la gente?

-Se tiene que tener en cuenta que hay una gente joven que demanda un tipo de poesía sencilla y clara. Tiene que existir una educación poética para ayudar a subir los peldaños de la escalera de la afición. Yo intento ser trasversal en mi escritura. Mi planteamiento es que mi poesía sea accesible para ir avanzando.

-¿Recurre a la red para elegir sus lecturas poéticas?

-No, me tengo que salir. Cuando me quiero informar de poesía tengo que recurrir a otros cauces. Además he intentado buscar gente joven estadounidense para traducir y me vi negro para encontrar algo de calidad que me gustase.

-Alude a la traducción, ¿está orientado ahora su trayectoria hacia este ámbito?

-En estos momentos resido en Inglaterra y estoy enfocando mi estancia allí hacia la traducción. No es tanto poesía joven sino un intentar traducir a firmas de la generación "beat" como proceso de aprendizaje.