La cocina de la Casa de Acogida Madre Bonifacia, dirigida por Cáritas Diocesana de Zamora, alimenta cada día a medio centenar de personas sin recursos, que acuden al centro ubicado en la calle La Reina a comer y cenar. En el grupo del comedor, junto a los transeúntes, se suman las 15 personas que viven de manera permanente en el centro, y los trece que están de paso por la capital y que durante unos días disponen también de cama. "Todos ellos tienen un gran desarrraigo familiar y social", apunta uno de los monitores del centro, Jesús Casado.

En la actualidad el perfil de los usuarios, con edades comprendidas entre los 19 y los 66 años, es eminentemente masculino, en un 90% de los casos se trata de hombres de mediana edad y que apenas reciben prestación. "Muchos de ellos tienen problemas mentales y han consumido alcohol u otras sustancias, por lo que son incapaces de tener una autonomía que les permita elaborar un menú, seguir un tratamiento médico o simplemente solicitar las prestaciones que les corresponden", enumera Casado

En este sentido, la directora de la Casa de Acogida, María León, exige, coincidiendo con los actos de celebración del Día de las Personas sin Hogar, "que disminuya la burocracia administrativa y las exigencias documentales para estas personas con muchas dificultades". Esta es una de las propuestas que se elaboraron con motivo de la campaña europea para el fin de esta lacra social, además de un pacto de Estado por la inclusión social, un sistema de ingresos mínimos garantizados como derecho, un sistema nacional de salud equitativa, el derecho a la vivienda y políticas sociales comprometidas que apoyen a estas personas. Objetivos que, cinco años después de la propuesta "apenas se han alcanzado", lamenta León.

Nuevos beneficiarios

Por el contrario, estos años de crisis han dado como resultado un cambio en el perfil de los usuarios del centro. "Ha comenzado a venir gente que hasta ese momento tenía una vida normalizada y que nunca pensó que pudiera acabar en esta situación", describe la directora. Como dato curioso está que apenas hay mujeres alojadas. "Esto se debe a que ellas siempre cuentan con más apoyo familiar. En este sentido, se podría decir que esta grave realidad ha servido para que las situaciones de aislamiento personal se hayan visto reducidas de alguna manera a nivel general, siendo la familia y el entorno más cercano el principal apoyo de muchas personas", apunta como dato esperanzador.

Además de cama, Cáritas ofrece "una escucha, al tiempo que se les ayuda a solicitar sus posibles prestaciones, que, aunque no sea lo más importante, les aporta autonomía necesaria", indica Casado. Además, se ofrecen programas específicos para usuarios inmigrantes o reclusos con permisos penitenciarios.

Los actos programadas por Cáritas Diocesana de Zamora para el Día de las Personas sin Hogar comenzarán este próximo domingo, día 22, con una eucaristía en la iglesia de San Juan a las 12.00 horas, mientras que durante los días 25 y 26 se instalará una caseta en la plaza de Castilla y León para informar a la población de la labor de Cáritas en este terreno. Para finalizar, el próximo jueves, en la misma plaza, se realizará un acto simbólico con la participación de voluntarios, usuarios y trabajadores del centro de acogida.