La Consejería de Sanidad no descarta retrasar la dosis de recuerdo de la vacuna de la tos ferina, que se administra a los seis años en Castilla y León, para proteger a las embarazadas, eso siempre que la situación epidemiológica lo exigiera. Es más, si existiera vacuna, el departamento que dirige Antonio María Sáez es partidario de mantener el calendario de vacunación infantil en los términos actuales y ampliar la prestación a las gestantes, según precisó a Ical el consejero, quien aclaró que si hay un repunte elevado que se cruza con el problema de suministro de los dos laboratorios que comercializan la vacuna podría tomarse esta decisión. No obstante, hace un llamamiento a la calma, porque la Comunidad tiene asegurada la vacuna para todo el próximo año y la situación epidemiológica es de normalidad.

Ante la alarma surgida a raíz de la muerte esta semana de un bebé en Málaga por tosferina, cuya madre no pudo vacunarse, aunque algunas autonomías sí contemplan esta prestación, Sáez Aguado insistió en la necesidad de que sea el Ministerio, de la mano de las autonomías, el que revise la situación y adopte una posición común para el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS).

"De momento, nos movemos en niveles más bajos que la mayoría de las comunidades que han decidido vacunar a las embarazadas, como puede ser el caso de Cataluña", añadió el consejero. Si se analizan los datos epidémicos en Castilla y León se observa que una enfermedad que estaba prácticamente erradicada, por la alta cobertura de las campañas de vacunación, y que desde el año 2001 se encontraba en niveles mínimos, hace cuatro años, en 2011, comenzó a repuntar, con el registro de 62 casos. Aunque la situación se contuvo, experimentó un nuevo pico en 2014. En concreto, el año pasado se notificaron 71 casos de tosferina, con una tasa de 2,82 casos por 100.000, cuando en 2013 se registraron 30 casos y una tasa de 1,19. En Zamora hubo solo dos casos, con una tasa de 1,06.