Las infracciones laborales detectadas por los inspectores de la Junta de Castilla y León han supuesto unos ingresos de más de 14.000 euros para la Junta en los primeros meses del año. Así se deriva del Boletín de Estadísticas Laborales que elabora la propia Junta, que eleva el importe desde los poco más de 9.000 euros registrados en idéntico periodo del año pasado.

Durante el periodo analizado se ha detectado una infracción leve -las mismas que el año pasado-, once graves - por las tres del año pasado, un destacado incremento- y dos muy graves por las tres del año pasado, un leve descenso. En total son catorce infracciones detectadas por los inspectores, el doble de las constatadas en el mismo periodo del año 2014.

Así, puede verse que las infracciones más "comunes" en la provincia son las graves. Entre ellas, las causas más comunes son la violación de la normativa sobre las modalidades contractuales -maniobras empresariales como mantener a tiempo parcial a un trabajador que trabaja más horas de las estipuladas en el convenio o evitar convertir en fijos a trabajadores eventuales que llevan ya más de cierto tiempo ininterrumpido en el seno de la empresa-. También se sancionan como graves las infracciones relacionadas con el pago de horas extraordinarias, la nocturnidad, los descansos, las vacaciones o los permisos, así como la variación de las condiciones más importantes del contrato laboral.

Las infracciones muy graves, aunque menos habituales, son las que más han contribuido a aumentar las arcas públicas de la Junta. Las multas van desde los 6.251 euros a más de 187.000 si la infracción es extremadamente grave.

Se consideran infracciones muy graves "los impagos y retrasos reiterados a la hora de abonar el salario, el despido colectivo o la suspensión de contratos y reducción de jornada sin acudir antes a los procedimientos que están regulados en el Estatuto de los Trabajadores o vulnerar los derechos de huelga, representación sindical, así como fomentar la discriminación o el acoso laboral".

En el conjunto regional es destacable que la Junta ha ingresado 474.000 euros durante lo que va de 2015 por los "solo" 185.000 del mismo periodo del año 2014. Se han detectado por los inspectores treinta infracciones leves, 154 graves y 40 muy graves, lo que equivale a un notable incremento del 25% solo en este último punto. Soria es la provincia donde más han aumentado las infracciones muy graves, pues se han multiplicado por cinco. En Burgos se han duplicado. Por contra, Segovia es la provincia donde más descienden, con una caída del 66%.