Un agente acudió a la llamada de auxilio de una mujer, que estaba manteniendo una fuerte discusión con su marido en la vivienda familiar, y se llevó un cabezazo del agresor. Visiblemente nervioso, el hombre se puso todavía más violento cuando llegó la policía y agredió a uno de ellos, con lo que le ocasionó unas lesiones que tardaron diez días en curarse, aunque no le quedaron secuelas. Además, también provocó daños en los equipos transmisores de los agentes.

En el juicio celebrado ayer sobre estos hechos, las partes llegaron a conformidad y el hombre fue condenado a tres meses de prisión, que posteriormente se conmutaron por el mismo periodo de trabajos en beneficio de la comunidad.

En cuanto a la responsabilidad civil, el acusado ya la había subsanado previamente, ingresando los 400 euros de indemnización por las lesiones al agente, y los 495 euros de los daños ocasionados en los equipos transmisores de la policía.