La consejera de Agricultura de la Junta, Milagros Marcos, insistió en mandar un mensaje de "tranquilidad" tras declarar la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la carne procesada es cancerígena y destacó que se trata de una recomendación que "habla de consumos abusivos. Es preciso interpretar la noticia es sus justos términos", dijo durante el acto de firma de un acuerdo con el presidente de la Asociación de Artesanos Alimentarios de Castilla y León, Ever Macías Martín.

Marcos confió en que no se generará ningún problema al sector si son capaces de lanzar un mensaje de tranquilidad a la sociedad, ante algunos "titulares alarmantes" aparecidos en los medios de comunicación. La consejera remarcó que en Castilla y León prima la dieta mediterránea, con productos muy ricos que van desde la carne, a las legumbres o las hortalizas, que se consumen de forma moderada y esta forma de alimentarse, dijo, no sólo no perjudica la salud sino que constituye "un buen hábito".

Milagros Marcos defendió el consumo razonable de todos estos productos dentro de la dieta mediterránea y también destacó la tranquilidad absoluta desde el punto de vista sanitario que debe tener el consumidor, porque "los productos cárnicos de Castilla y León y de España pasan controles exhaustivos". En la misma línea, añadió que "el consumo abusivo de cualquier producto no es recomendable y es preciso seguir la dieta mediterránea", sentenció.

Por su parte, Ever Macías Martín indicó que la declaración de la OMS "es una advertencia sobre el consumo abusivo de carne" y "no es una cosa alarmante" que vaya a impactar sobre el consumo cárnico.

Durante los últimos días han sido varios los representantes institucionales que han lanzado mensajes de tranquilidad ante los avisos lanzados por la Organización Mundial de la Salud el pasado lunes. Todos los mensajes coinciden en que "los problemas surgirían con los consumos abusivos" e insisten en subrayar los beneficios nutricionales de la ingesta de carne. Los productores, los representantes de las denominaciones de origen e incluso los médicos han subrayado que no debe entenderse la situación como una "prohibición" de comer carne.