La ciudad de Zamora mantiene 38 kilómetros de tuberías de fibrocemento dentro de la red de abastecimiento de aguas que deben ser sustituidas paulatinamente por su carácter potencialmente cancerígeno. El Ayuntamiento de Zamora ha reconocido que existe "un problema importante" con este tipo de canalizaciones, dado que la recomendación europea es retirarlas en función de las posibilidades económicas de cada municipio, pero el elevado coste de cada operación hace que el proceso vaya ser demasiado lento. Por el momento, este equipo de Gobierno ha comenzado por licitar el cambio en las calles de Arapiles y Leopoldo Alas Clarín, cuyo proyecto ya estaba aprobado por la anterior Corporación.

La red de abastecimiento de aguas de Zamora está conformada por 228 kilómetros de tuberías, de los cuales aún quedan 38 kilómetros hechos de fibrocemento. Se trata de un material constituido por una mezcla de cemento y fibras de refuerzo, que utilizaba normalmente el amianto para su fabricación. Esta fibra de asbesto, que es la de mayor poder cancerígeno, se utilizaba por su elevada resistencia mecánica y a la erosión en una proporción que, en ocasiones, llegaba al 25%. No obstante, en el año 2002, quedó totalmente prohibido tanto en el uso como en la comercialización. La Unión Europea, entonces, recomendó a cada Ayuntamiento retirar este tipo de canalizaciones y sustituirlas en función de las posibilidades económicas de cada uno.

El principal problema que encuentra Zamora a la hora de sustituir las tuberías de fibrocemento por otras sin peligro para la salud es la inversión que hay que realizar. El alcalde de la capital, Francisco Guarido, ha reconocido que es muy complicado cumplir a corto plazo el programa de renovación de las red de abastecimiento de agua, que tiene como objetivo la sustitución íntegra de las antiguas tuberías de fibrocemento, por su elevado coste. "En la ciudad tenemos un problema muy importante ahora mismo con las tuberías de fibrocemento. Del total de 228 kilómetros de la red de Zamora, 38 kilómetros son de fibrocemento. Evidentemente, habrá que ir cambiando paulatinamente, pero a lo largo de los años porque son cantidades muy importantes, es muy caro", expresa.