Entró apuntando con el arma al empleado del quiosco, moviendo la pistola entre la cabeza y pecho de la víctima, y exigiéndole toda la cerveza al trabajador del local, situado en las galerías de la avenida Príncipe de Asturias de la capital.

A pesar de las amenazas, finalmente el delincuente se conformó con tan solo una lata de cerveza y con ese escaso botín abandonó el local.

El Juzgado de lo Penal de Zamora condenó ayer por estos hechos, ocurridos hace dos años, en el mes de abril, a este hombre, quien se conformó con la pena solicitada por la fiscal tras llegar a conformidad con su abogado por un delito de robo con intimidación.

Sanción reducida

La sentencia cifra finalmente en dos años de prisión este delito calificado de robo con violencia. Una sanción que se vio reducida tras quedar acreditado que el ladrón cometió este hecho después de haber ingerido alcohol, lo que se presentó como atenuante para imponer la pena.

Además, el Ministerio Fiscal, quien solicitó la confiscación de la pistola, también tuvo en cuenta que se trataba de un arma detonadora, y no de fuego, por lo que tuvo en cuenta que en ningún momento hubo un peligro real para la vida del empleado del quiosco, aunque el susto que se llevó fuera grande.