El mordisco de un padre a su hijo en el dedo meñique, durante una violenta discusión, terminó con la amputación de la falange, que le arrancó. El motivo de la disputa, ocurrida el año pasado y que provocó denuncias mutuas, giró en torno a la propiedad de un local en el que residía el joven, cuyas iniciales son I.P.G., que reclamaba el padre y que este sostenía que le correspondía por herencia.

El acuerdo al que lograron llegar los abogados de ambos impedirá que el progenitor, de iniciales I.P.M. -con antecedentes penales por violencia doméstica- ingrese en prisión, al imponerle la Audiencia Provincial ayer dos años de prisión. La Fiscalía Provincial solicitó, para que los magistrados lo valoren, que se le sustituya la pena de cárcel por una multa de cuatro años con una cuota de cuatro euros diarios, lo que equivale a pagar 5.840 euros por la comisión del delito.

Además, la sentencia condenatoria incluirá la prohibición de aproximarse a su hijo a menos de 50 metros ni comunicarse con él por ningún medio durante tres años. Este imputado deberá indemnizar a su descendiente con 5.268 euros por las lesiones que le provocó y 11.000 más por las secuelas que le han quedado al perder parte del dedo meñique de la mano izquierda.

Del mismo modo, debe abonar los gastos médicos que supuso el tratamiento, de acuerdo con los términos del acuerdo. En la sentencia se admite como atenuante de la pena a imponer a I.P.M. el reconocimiento de los hechos y la reparación del daño cometido, es decir, el que haya abonado ya 3.000 euros a su hijo, cuantía a descontar de la indemnización total. El progenitor sufrió igualmente lesiones en las mejillas y otras partes del cuerpo, aunque de mucha menor entidad, ya que solo requirieron de una asistencia médica y no le dejaron ninguna secuela. Frente a esas heridas muy leves, su hijo tuvo que someterse a una intervención quirúrgica a causa de la falange perdida y permaneció 82 días incapacitado para desarrollar su vida con normalidad.

El joven, por su parte, tendrá que cumplir 50 días de trabajos en beneficio de la comunidad, se le prohibe acercarse o comunicarse por cualquier medio con su padre durante un año y no podrá ni portar ni tener armas durante dos años. Por las heridas causadas a su progenitor deberá indemnizarle con 270 euros, más los gastos médicos por la asistencia sanitaria en el Sacyl. Este acusado también tiene antecedentes penales por violencia de género.

Padre e hijo volvieron a encontrarse ayer en la Audiencia, donde permanecieron a una distancia más que prudente incluso dentro de la sala, cuando tuvieron que sentarse en el banquillo de los acusados para escuchar el acuerdo al que minutos antes de iniciarse la vista oral habían llegado sus abogados. Un acuerdo que incluyó la retirada de las mutuas acusaciones, con lo que solo la Fiscalía mantuvo las imputaciones de ambos. El enfrentamiento, que fue presenciado por un menor de edad, tuvo lugar el año pasado, a las 19.30 horas, en la calle de Balborraz de la capital.