Los ladrones dejaron solo la batería del grupo y, junto a ella, las herramientas que utilizaron para reventar las cerraduras de las puertas de entrada y "limpiar" todo lo que había en los dos locales de ensayo de que dispone el grupo zamorano Baxtards: los equipos de grabación y para actuaciones. En total más de 7.000 euros de pérdidas que dejan al conjunto de punk-rock como en sus inicios.

Es una cantidad que suma "todos los ahorros y el trabajo de ocho años invertidos" en el material que ha desaparecido de un plumazo. Y el mismo día en que su andadura como formación musical cumplía siete años, un aniversario que será difícil de olvidar, declara uno de sus componentes, Javier Vasallo, que encaran este "palo importante" con resignación y sin decaer, "hay que tirar para delante, a ver si nos dejan".

De momento, la minigira que tenían previsto realizar para costear la grabación de un CD con 13 o 14 canciones deberá intensificarse para poder reunir fondos que les permitan afrontar también la "reposición de casi todo" lo que tenían en la nave situada en las inmediaciones del barrio del Espíritu Santo, próxima a la antigua guardería La Cometa.

Lo cacos han sustraído, sin dejar ni una huella, "dos mesas de mezclas, cuatro altavoces, dos amplificadores de guitarra (dos cabezales y dos pantallas), la guitarra de Vasallo, que había ensayado los últimos días en el local, micros y cables, entre otros elementos.

Los músicos no sospechan de nadie, a la espera de que la Policía Nacional pueda conseguir alguna pista que permita localizar y detener a los ladrones y, con suerte, recuperar el material completo o en parte. Una posibilidad que parece remota, puesto que el "modus operandi" de los delincuentes resulta el mismo usado por las bandas organizadas radicadas fuera de la Comunidad Autónoma y que desplazan a sus integrantes a ciudades con buenas comunicaciones por carretera para poder llevar a cabo robos.

Los ladrones entraron en el local por el tejado, tras realizar un agujero en la uralita, si bien antes habían reventado los candados de las puertas de acceso. Una vez en el interior del estudio de ensayo, hicieron palanca en la puerta para poder sacar todo el material, según ha explicado Vasallo. Como en otros robos ocurridos en naves industriales, comercios, almacenes o locales de la capital, los delincuentes se fueron sin dejar ni rastro y sin ser vistos por nadie. Actuaron una vez de madrugada, al amparo de la noche.