Nueve localidades de la provincia de Zamora se han incorporado al procedimiento de regularización catastral que tiene como fin aflorar inmuebles que existen realmente pero no figuran en el Catastro, con lo cual no pagan impuestos. Los últimos municipios incorporados a la medida son Almaraz de Duero, Fariza, Fonfría, Guarrate, La Hiniesta, Moreruela de los Infanzones, Roales, Toro y Vega de Tera, que llevarán a cabo hasta el 30 de noviembre del año que viene la tarea de regularización catastral. Con ellos son 141 las localidades de la provincia que están llevando a cabo la medida, que afecta sobre todo a inmuebles de nueva construcción o ampliaciones que no figuran en el Catastro en estos momentos.

En los trece primeros pueblos donde se llevó a cabo este plan de regularización, en 2013, y que ya han finalizado el trabajo se logró aflorar 1.408 inmuebles que estaban sin inscribir en el Catastro, cifra que supone un 18% sobre los que estaban registrados correctamente. Es decir, que casi uno de cada cinco inmuebles que existen realmente no está correctamente inscrito en el Catastro. La regulación ha supuesto que cada inmueble tenga que pagar 87 euros más de IBI al año, como media, a los que hay que añadir 227 euros, también de media, como cantidad que deben abonar por lo haber pagado en los ejercicios anteriores. Total, 314 euros. Hacienda puede reclamar un máximo de cuatro años de atrasos, ya que las deudas anteriores prescriben.

De los 1.408 inmuebles regularizados, un 30% corresponde a nuevas construcciones que no se habían inscrito en el Catastro, un 25% corresponde a rehabilitaciones, un 44% a reformas y cambios de uso y un 1% a piscinas (entran las de obra, es decir, las que no son portátiles).

La mayoría de las localidades se incorporaron más tarde, por lo que aún no hay resultados.