Decenas de conductores se vieron sorprendidos en la noche del pasado martes por el control que dio inicio a la operación especial de vigilancia de la Dirección General de Tráfico que durará hasta el próximo 16 de agosto. Los vehículos que transitaron en torno a la medianoche por la carretera CL-605 -en las inmediaciones del convento de las Benedictinas- en ambas direcciones tuvieron que enfrentarse al temido control de alcoholemia. Una primera toma de contacto con la Guardia Civil cuyo cometido es hacer frente a las malas prácticas a la hora de coger el coche y evitar distracciones al volante fruto del consumo de alcohol y de sustancias estupefacientes.

La Dirección General de Tráfico inició en la medianoche del martes la operación especial de vigilancia que se desarrolla entre los días 10 y 16 de agosto. Se trata de intensificar los controles de alcohol y drogas, de manera que cualquier conductor puede ser solicitado para realizar un control de este tipo a cualquier hora del día y en cualquier carretera, coincidiendo en estas fechas de celebraciones y fiestas en diversas localidades de toda la provincia.

En Zamora, los primeros conductores que debieron hacer frente al control fueron los que transitaron por la CL-605 a partir de las 23.00 horas del lunes. Unos metros antes del convento de las Benedictinas, los agentes de la Guardia Civil instalaron allí los dispositivos para comenzar a controlar los vehículos que transitaban en ambas direcciones. La situación alcanzó en apenas unos minutos tal dimensión que esta vía "llegó a parecer un aparcamiento", como así aseguran algunos de los conductores parados.

Pese a que la tranquilidad imperaba en este ambicioso control de alcohol y de drogas, ello no evitó palpar el nerviosismo en las caras de algunos conductores. Uno de ellos, incluso, se vio sorprendido por una tasa de alcohol en aire que triplicaba lo permitido, lo que le podría acarrear prisión de tres a seis meses y privación del derecho de conducir de uno hasta cuatro años. No obstante, y tras asegurar que únicamente había bebido "un par de cañas", la segunda de las pruebas con intervalo de tiempo y media dio como resultado negativo de la prueba. "Parece ser que a veces ocurren este tipo de errores con la primera máquina, según me han explicado los agentes", detallaba este conductor.

La Guardia Civil de Tráfico instalará controles de alcohol y drogas hasta el próximo domingo y lo podrá hacer en cualquier lugar y hora. Objetivo: reducción de la siniestralidad.