-Hay que tener en cuenta que si hacemos un balance del material artístico, no hay grandes obras de arte. Sí que encontramos piezas muy importantes en el territorio vallisoletano, el abulense o el salmantino. Creaciones de Gregorio Fernández, uno de los grandes escultores barrocos de nuestra comunidad, uno de los responsables de impulsar prototipos iconográficos, de realizar las primeras tallas en madera policromada de la santa. En Zamora, no hay grandes referencias teresianas. Sabemos que en un convento que hubo en Toro, el de los Carmelitas descalzos, que apadrinó Pedro de Deza, pudo existir un repertorio de obras importantes. Hubo otro en la misma ciudad, en la Torre de Malpica, cuyo retablo mayor fue realizado por Sebastián Ducete, escultor toresano de cierta relevancia. También existe un cuadro en la parroquia de Almeida de Sayago y un grabado que ilustra un texto de la santa en un libro de la diócesis de Zamora.