Una pequeña serie de nueve cuadros y marcapáginas que combinan distintas técnicas de pintura y muy relacionados con los tocados y el mundo de la moda es la muestra del trabajo de la pintora y diseñadora zamorana Andrea Valero que se exponen en el café Aureto de Zamora hasta el 20 de julio.

-¿De dónde nace la idea de emplear esta técnica tan especial?

-Es la manera de tocar todos los campos de mi pequeño universo de creación. Me licencié en Bellas Artes en la especialización de pintura y siempre me ha gustado ir trabajando capa sobre capa. El proceso con el que trabajo siempre es así y se basa en ir añadiendo partes. Tener una base de dibujo, saber qué le quiero poner por encima, qué quiero contar sobre la imagen original... Todo eso me motiva para hacer este tipo de trabajos.

-¿Cuánto tiempo dura el proceso de creación?

-Es mío tanto el dibujo como el tocado como el enmarcado, por lo que es un proceso largo. Puedo estar entre tres y cuatro días con cada uno si me dedico exclusivamente a ello.

-¿Es la primera vez que enseña este tipo de cuadros?

-Es mi primera exposición individual y la primera en Zamora, aunque he participado en muchas colectivas. Como estudié en Vigo, sobre todo he expuesto mucho en distintas salas de Galicia. También he participado en dos exposiciones en Cuba, enmarcadas en un proyecto llamado "De brujas y mariposas" en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra que crea desde la visión de mujeres sobre temas femeninos, aunque poco a poco se fue abriendo para que también participaran hombres. En la última edición la galería adquirió uno de mis cuadros.

-¿Qué tiene de especial exponer en casa?

-Es una satisfacción inmensa, pero es cierto que en Zamora te encuentras muchísimos problemas para exponer. Una vez que lo consigues, es genial.

-Todos las piezas se caracterizan por su relación con el mundo de la moda y los tocados. ¿En qué se inspira?

-Mi trabajo toca muchos palos pero se mueve por los campos que me apasionan, el arte y la moda. De la unión de ellos surge todo esto, y los cuadros hablan de una evolución de estilismos, de una estética concreta, y tienen entidad por sí mismos. Además, el diseño de cada tocado, que es uno de los elementos clave de los cuadros también es mío y también sirve para hablar de moda.

-También hace fotografía.

-Toco todo lo que tenga que ver con mi campo. No sé si es un exceso de inquietudes, sino que para mí todo forma parte del mismo proceso. No entiendo hacer un diseño sin pensar cómo quiero mostrarlo. Para mí es igual de importante el elaborar o coser una prenda como el mostrarla de la manera que quiero: cómo enfocar la foto, quién quiero que lleve la prenda... No quiero especializarme solamente en diseño, en pintura o en fotografía sino en arte en todas sus facetas.

-La moda es también una forma de arte.

-Sí. Mucha gente considera que está apartada de otras ramas tradicionales como la pintura o la escultura, pero la moda para mí es una más. Los diseños de pasarela tienen un componente escultórico y se juega con ello. Por ejemplo, cada vez es más habitual ver exposiciones de trajes de alta costura en los museos.

-En un campo como el de la moda, ¿es difícil trabajar desde Zamora?

-Sí, pero aquí seguimos. También hay cosas buenas y, al final, aunque pueda sorprender, en moda es donde más fácil lo tengo, más que en pintura, por ejemplo. Desarrollo aquí mis proyectos pero los presento fuera así que me da igual hacerlo en cualquier sitio. Es cierto que sí se tarda más en buscar algo o que no tienes la disponibilidad que en Madrid, pero Zamora es la ciudad de la región donde se pueden encontrar mejores tejidos. Además, en las tiendas se portan muy bien y te ayudan mucho porque al final nos conocemos todos.

-¿Qué consejo le daría a alguien que tiene inquietudes artísticas y se quiere dedicar a este mundillo?

-Uno de mis mayores miedos cuando volví a Zamora era aislarme y, al abandonar círculos académicos de arte, no encontrar información y verme en mitad de la nada. Pero no es así. Da igual dónde estés, lo que importa es lo que quieras hacer y la información, el trabajo y los proyectos llegan si tú quieres. Desde cualquier lugar se puede trabajar a un buen nivel, y si te esfuerzas lo consigues. Zamora es una ciudad conservadora y el mayor problema que encuentras es la mentalidad, más que otras dificultades materiales. Hay muchos prejuicios y la gente no acepta ciertas cosas en un desfile que se hiciera aquí, pero sí las aprobaría o admiraría si las viera en una revista. Cuando hablamos de moda no nos referimos solamente una camisa y un pantalón, podemos crear cualquier cosa a partir de una prenda. Solo necesitamos un agujero para la cabeza y dos para los brazos.