Los cursos que realiza el Servicio Público de Empleo de la Junta de Castilla y León dirigidos a personas desempleadas han colmado la paciencia de muchos parados. Además, el carácter obligatorio de las actividades de formación, que en ocasiones no tienen nada que ver con la vida laboral o las aspiraciones de los desempleados, ha puesto en tela de juicio la utilidad real de unos cursos que "rara vez sirven para encontrar empleo".

Varios parados que se han puesto en contacto con este diario aseveran que "estaría bien que los cursos fueran obligatorios si estuviesen orientados a cada uno y sirvieran para algo, pero la realidad es que se obliga a la gente a realizar actividades que poco tienen que ver con su formación o con su vida laboral". La actividad se ha intensificado en los últimos meses. En una carta remitida por el ECYL a los desempleados hace aproximadamente dos meses se les indicaba que "como novedad se va a poner en marcha un proyecto de colaboración en el que bajo la dirección y supervisión del ECYL, las agencias de colocación colaboradoras realizarán un programa encaminado a facilitar la inserción en el mercado de trabajo".

En la misma carta se recordaba que, en base a la ley vigente, el receptor podría ser sancionado si no comparece a los cursos a los que se cita o no participe en las acciones de orientación y formación laboral.

En cualquier caso, las sanciones a las que se enfrentan los que incumplan lo requerido por el ECYL comprenden la suspensión o, en el peor de los casos, pérdida de la prestación por desempleo. Las infracciones leves, como pueden ser consideradas aquellas en las que incurran los que no se presenten a un curso por primera vez, se castigan con la pérdida de la prestación durante un mes. La segunda "falta" puede ser ya sancionada con tres meses sin prestación, la tercera con seis meses y la cuarta con la extinción definitiva de las prestaciones a las que el desempleado en cuestión tuviera derecho.

Los servicios públicos de empleo hacen, eso sí, una selección entre todos los desempleados apuntados a las listas oficiales del paro. De hecho, en la misiva que se remitió entre los desempleados el ECYL apuntaba que había considerado al candidato como "adecuado" para participar en el proyecto de colaboración.