Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, la niña asesinada en Huelva, forma parte del grupo de "arregladores" que los gitanos gallegos y zamoranos han convocado para que medien en el conflicto. En declaraciones al diario ABC Cortés definió la actuación de los "arregladores" como la de un juez de paz, "desde la sensatez y procurando siempre el bien, no para todo se necesita la justicia ordinaria".

Además de Cortés, presidente de la Asamblea Nacional del Pueblo Gitano, participarán "arregladores" de Málaga, Sevilla, Madrid y Bilbao, en todos los casos voces imparciales y ajenas al conflicto. La función principal de estos mediadores no es hacer la ley y sí encontrar un punto de aplicación que satisfaga a todas las partes. La función de legisladores la ejercen los ancianos.