Siendo un niño le llamaban la atención las atractivas botellas de brandy o de coñac a las cuales su padre le impedía acercarse. El desafío de lo prohibido se transformó en el joven Mario Villalón, criado en el seno de una familia vinculada a la hostelería, en un interés del que ahora hace su profesión. Y es que este barman, formado de manera autodidacta, ha participado en un proyecto pionero en España en el que algunos de los mejores profesionales del país han aceptado el reto de la firma The Glenrothes y han madurado diversas mezclas en barrica de roble en una iniciativa bautizada como "Vintage perfection cocktails".

El profesional zamorano, que trabaja en un restaurante situado en la madrileña calle Serrano, atestigua que cuando conoció el planteamiento "me pareció muy interesante porque se había hecho en otros países, pero nunca en España".

Villalón, a quien le gusta trabajar con el whisky, ha efectuado su combinado "Dulcinea", a base de un whisky de malta y un fino, entre otros ingredientes, y lo ha madurado 40 días en una barrica de Jerez de 5 litros así como 60 días en una de mayor tamaño, 10 litros, que había contenido bourbon. "Aunque son las mismas maderas de las barricas del vino el menor tamaño hace que logres otros resultados", aclara Villalón quien, según el proyecto pasó una de las cubas utilizadas al vallisoletano Juan Valls, quien en su propuesta tuvo que tener en cuenta los alcoholes que ya había mezclado el zamorano "por los matices que quedan en la madera".

El proceso de maduración Villalón los siguió con mucha atención. Cada tres días cataba el líquido. "Al ser un proceso pionero, careces de referencias a la hora de trabajar", explica a la par que describe: "En las catas del principio notabas que la madera daba un aspecto distinto al líquido, notabas en boca más cremoso y poco a poco va redondeándose". "Los ingredientes, de mucho carácter, han sido coordinados de tal forma que de uno y uno, han pasado a ser un todo", señala el profesional que dio a conocer ayer su experiencia en el desarrollo de la Feria Internacional Cocktail Bar FIBAR-Valladolid, que concluye hoy en la ciudad del Pisuerga.

Los primeros en descubrir "Dulcinea" fueron los clientes de Mario Villalón, de 31 años. "He procurado recomendar el cóctel a ciegas. En el restaurante en el que trabajo hay un público muy aficionado al buen vino y esta bebida no la identificaban en un principio ni como vino ni como una mezcla", sentencia a la par que agrega: "Es un excelente aperitivo".

Repetirá, es interpelado. "Sin duda, pues ha sido una pionera en España y deseo volver a realizarla".