La historia de una manera divertida. Esa fue la lección aprendida ayer por un grupo de 50 alumnos de 2º de Primaria del colegio Medalla Milagrosa que asistieron a uno de los talleres didácticos para escolares promovidos por el Museo de Zamora, cuya área didáctica oferta distintas actividades en función de los niveles educativos.

Los participantes, divididos en dos grupos, se familiarizan con piezas de las distintas salas de la colección del centro a través de los cinco sentidos. Así en la zona de Prehistoria, donde hay dientes de mamut y vasijas de cerámica, ahondan en el gusto. En época Romana se valen de tacto para identificar a objetos presentes en la sala, mientras que en el ámbito de la pintura del XV al XVIII trabajan el oído. La monitora les pone un sonido y un voluntario tiene que indicar a qué cuadro pertenece y en otra dependencia hacen lo mismo con los olores para luego jugar al "Veo veo", en la sala de la ciudad. Elsa Jiménez debió relacionar el canto de unos pájaros con la obra "Fuente monumental". "Es divertido aprender de esta manera", argumenta la menor que indica: "El Museo tiene cosas antiguas, pero interesantes".

De manera paralela, el otro conjunto de escolares se aproxima a la pintura de Jesús Gallego Marquina, que protagoniza en la sala de temporales hasta el día 23 de noviembre la exposición "Gallego Marquina en Zamora". Los niños, muy atentos, responden a las cuestiones del monitor que les interroga sobre la autoría de las obras. "¿Son de un pintor o de varios?", les pregunta hasta que ellos mismos resolvieron que todas las piezas expuestas pertenecen al mismo autor. También descubrieron qué son las cartelas, los letreros situados al lado de cada cuadro, la presencia de la firma de la obra en una esquina o bien que una pintura hay que contemplarla alejándose "para verla completamente", sentencia uno de los niños. De repente un menor interpela sobre un cuadro en concreto. "¿Quiénes es el señor de blanco, el padre del pintor?", en referencia al retrato del doctor Almendral, una de las creaciones donada por la familia Almendral al Museo de Zamora. A la pregunta el monitor respondió que "es un cuadro de un señor que le encargó muchas obras y el artista luego lo pinto. Es como una foto, pero en pintura se llama retrato".

"Gallego Marquina pintó cuadros complicados, aunque el que más me gusta es el de la feria" , en referencia a la obra "Feria del Puente", dice Violenta Turiño a la par que Manuel Pascual dice: "El pintor conocía muy bien la ciudad". Una lección bien aprendida.