Cientos de integrantes de la Adoración Nocturna y amigos de Luis de Trelles, venidos desde múltiples puntos de la geografía nacional, abarrotaron la tradicional calle de Los Herreros para presenciar el descubrimiento de una placa en recuerdo del fundador de la Adoración Nocturna que falleció en una vivienda de la calle Alcazaba el 1 de julio de 1891.

En una de las visitas a las secciones Adoradoras Nocturnas y a las Camareras de Jesús Sacramentado de la ciudad Luis de Trelles y Noguerol «no se sentía bien y ante un enfriamiento sufrido hizo testamento», expresó el presidente de la Fundación Luis de Trelles, Alfonso Mora Palazón, en su intervención al tiempo que el presidente de la Adoración Nocturna de Zamora, Manuel Hernández Malmierca, aludió, con emoción, a que «con los actos que celebramos en Zamora queremos reafirmar el recuerdo vivo de nuestro fundador Luis de Trelles». También agradeció la implicación en el reconocimiento «del Ayuntamiento de Zamora y de la propietaria de la vivienda».

Por su parte el concejal de Turismo y Comercio, Francisco Javier González, esgrimió que «es un placer para la ciudad que personas tan preocupadas por el bien común hagan actos como este» y que transmitan «la buena acogida de Zamora fuera de ella».

La encargada de destapar la placa, donde se alude a la trayectoria del finado, fue la dueña de la vivienda, María Alegría de Paz González, quien comentó que «hace unos años me preguntaron si permitiría instalar un distintivo en recuerdo a este hombre». «Poco a poco hemos ido contactando y he accedido finalmente», precisó con alegría en su rostro. Una emoción que también sentía Pilar Mateos, una religiosa de la orden de las Siervas de San José que nació en la vivienda donde murió Trelles y Noguerol. «Para mí es un día jubiloso porque además cuando estuve destinada en Málaga mantuve un fuerte contacto con un grupo de la Adoración Nocturna Femenina».

La amplia comitiva caminó hasta la Catedral, donde tuvo lugar una eucaristía de acción de gracias y la ya tradicional ofrenda floral ante la tumba del fundador de la Adoración Nocturna. En esta ocasión el encargado de realizarla fue presidente diocesano de la Adoración Nocturna de Madrid, Jesús Alcalá Recuero.

Posteriormente, en la Alhóndiga el presidente de la Fundación Luis de Trelles, Antonio Troncoso, en una conferencia subrayó el carácter de acogida de la tierra zamorana. «La hospitalidad ofrecida por Zamora a Francisco de Asís, Domingo de Guzmán, Vicente Ferrer y Pedro de Alcántara», enumeró al tiempo que indicó que en el siglo XIX, siendo obispo Tomás Belestá. se produjeron dos ejemplos de acogida «Bonifacia Rodríguez de Castro, fundadora de las Siervas de San José y el Fundador del centro eucarístico de Madrid y la Adoración Nocturna, Luis de Trelles, ambos víctimas de la incomprensión (...) y que se vieron obligados a abandonar los lugares donde habían iniciado su acción apostólica». Además enfatizó que los zamoranos se opusieron al traslado de los restos de Trelles «alegando que si Dios había permitido su muerte en esta ciudad, aquí deberían continuar sus restos».

Con un concierto del Coro Sacro Jerónimo Aguado concluyeron los actos tributado en honor de Luis de Trelles, abogado, periodista y diputado en Cortes.