Zamora acumula méritos para convertirse en la capital gastronómica de las setas. Así lo demuestra el concurso «Micosylva +», que ha permitido a restaurantes de toda la provincia servir más de 15.000 tapas elaboradas con la enorme diversidad de hongos silvestres que crecen en los montes zamoranos. El proyecto -de carácter transfronterizo y organizado por la agrupación europea Zasnet- ha premiado además la creatividad de los restaurantes El Padornelo (Puebla de Sanabria), La Oronja y La Vinícola con un galardón simbólico que, no obstante, «nos ayuda a seguir trabajando con este producto», coincidieron en señalar sus cocineros.

Y es que, tras la reciente experiencia, tocaba rendir cuentas. El diputado de Agricultura, Gaspar Corrales, destacó la amplia repercusión del proyecto, con más de 15.000 aperitivos servidos durante el pasado mes de diciembre. Uno de los responsables más entusiastas fue el presidente de Azehos, Óscar Somoza, quien tildó la gastronomía micológica como «un revulsivo» para la provincia. Asimismo, Somoza habló de la importancia de «cerrar el círculo». El máximo responsable de la organización se refiere a la generación, recogida y transformación de las setas en la propia provincia. El proyecto «Micosylva +» ha permitido igualmente cocinarlas con criterios de creatividad y originalidad para añadir un aliciente más a los amantes de este proyecto silvestre.

La organización de los hosteleros está vinculada igualmente al proyecto Myas RC, impulsado por la Junta de Castilla y León y la Diputación de Zamora. Precisamente, el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, se refirió a esta iniciativa y a sus ventajas. Entre ellas, el desarrollo económico local de los pueblos, la conservación del medio ambiente y la promoción del llamado micoturismo, que cuenta con una creciente cohorte de seguidores. Maíllo insistió igualmente en el freno al furtivismo en el que trabaja la iniciativa Myas.

Aunque el premio «es más simbólico que otra cosa», resumió Maíllo, los responsables de los restaurantes locales le otorgaron una importancia capital para progresar en la elaboración de un elemento original: la gastronomía micológica. Así lo reconoció Pedro Arias, cocinero del restaurante El Padornelo, ganador del concurso. «Estamos en la zona de Sanabria y, en nuestro caso, es habitual cocinar con setas más allá de los habituales boletus». Arias se alzó con el primer premio tras elaborar una especie de bombón «Ferrero», precisamente con foie y boletus.

Por su parte, el restaurante La Oronja, que se alzó con el segundo galardón, se declaró «entusiasmado» de la micología. Su chef, Ricardo Campos, que había preparado una tapa con especias y diferentes tipos de setas, reconoció que la distinción «nos anima a seguir trabajando». El tercer clasificado fue el restaurante La Vinícola, del hotel NH. Su cocinero, Nacho de las Heras, reconoció que las setas no son habituales en su carta, aunque si un elemento valioso en la investigación culinaria. Su creación, un ravioli con toques orientales sobre una crema de boletus.