Una alumna de Historia de la Universidad de Salamanca, aunque natural de Zamora, opta a la beca de colaboración del Museo Pedagógico de la capital. La alta exigencia de la nota, que pide una calificación de 8.5 o más, hace complicado, pero no imposible, que un alumno pueda acogerse a esta ayuda que permite a un estudiante colaborar con la universidad a través de una proyecto de investigación, y además supone una ayuda, en este caso, para el Museo Pedagógico, que podría contar con una persona que mostrara la colección en un horario fijo.

Irene Vicente es la alumna de la Universidad de Salamanca que ha solicitado la beca de colaboración para el Museo Pedagógico, pendiente ahora de su aprobación oficial. La alta nota que tiene la estudiante, que cuenta con un nueve de media en su expediente, le permite poder acceder a este tipo de becas, cuya exigencia ha subido en los últimos cursos.

La estudiante se muestra interesada en el campo investigador en el que se mueve el centro, y destaca «el estudio de las ideologías, que es la parte que más me interesa por los cambios que se producen a lo largo de la historia», señala la posible becaria.

Por su parte, los responsables del Museo Pedagógico de Zamora, Isabel Ramos y Bienvenido Martín, no han querido dejar marchar a sus colegas del País Vasco sin aportar una nueva pieza para la colección que están creando en su universidad: un cuaderno de actas que data de 1947, en el que aparecen las valoraciones de inspectores como Adolfo Maíllo, uno de los más destacados ideólogos del régimen franquista.

Los profesores vascos agradecieron el presente «muy emocionados», ya que según sus palabras, «cada página es una radiografía de la escuela de esa época, del número de alumnos que había en las aulas, de las condiciones que tenían que reunir en cuanto a limpieza, iluminación...».

El histórico libro de actas ya forma parte de las piezas que conforman el futuro museo de la Universidad del País Vasco, que contará con un ejemplar en el que los inspectores del franquismo valoraban las escuelas y los maestros de todos los rincones de Castilla y León. Una donación que acerca más a los dos museos, que trabajan con la historia de la educación muy presente.