El apartado económico -el más sensible para algunas cofradías- mide esta semana el grado de consenso en el seno de la nueva Junta pro Semana Santa que preside Antonio Martín Alén. El acuerdo del que los diferentes presidentes se han mostrado orgullosos en la etapa reciente del órgano gestor pasará hoy su primer examen serio con el debate de las cuentas en un consejo rector extraordinario en el que examinarán las condiciones ofrecidas por las entidades bancarias para la solicitud de una línea de crédito que tendrá que corroborar después la asamblea general.

Como en los últimos años, la cuestión más sensible consiste en saber qué hará la directiva respecto de las bandas de música. Los estatutos obligan a la Junta a efectuar la contratación -al objeto de compartir los conjuntos y ahorrar recursos- pero no a costear las actuaciones en los desfiles. El presidente Martín Alén ya avanzó que el órgano no puede siquiera comprometerse al pago de una formación por procesión, solución adoptada por el último responsable, González Poza, ante la falta de recursos. Esto obliga a las hermandades -sobre todo a las tres grandes- a buscar alternativas y utilizar recursos propios para garantizar la música los días centrales de la Pasión, Jueves y Viernes Santo.

Como ya se demostró el pasado año, la única cofradía que cuenta con recursos económicos es Jesús Nazareno, gracias al ahorro de los últimos años y a las cuotas de sus casi 9.000 hermanos tras la fusión de la cofradía matriz y la extinta sección de Damas de la Soledad. Caso diferente es el de la Vera Cruz, que arrastra problemas económicos en los últimos años, y el Santo Entierro, que ha puesto en marcha una primera iniciativa para recabar fondos con la promoción de «socios colaboradores» por distintos establecimientos de la ciudad.

Esta noche, Martín Alén explicará que no hay fondos para este apartado y dejará las actuaciones de música en manos de las cofradías, que aún no han iniciado la contratación de las formaciones musicales. De momento, no se podrá llevar a cabo la intención de los nuevos estatutos -aún por aprobar- de partir de un porcentaje cerrado cada año para la financiación de las bandas.

Por otro lado, la directiva presentará las diferentes ofertas de las entidades bancarias para la suscripción de una línea de crédito, cuyo objetivo es «dejar a cero» las cuentas del órgano. «Somos conscientes de que la Junta tiene que estar al día en sus pagos, no puede deber dinero a las cofradías o a los proveedores», comentaba ayer Rufo Martínez, responsable del Silencio. De esta forma, el préstamo debería cubrir los 112.000 euros en los que se estima la deuda, a falta de descontar las subvenciones concedidas que aún no han sido abonadas. Elegida la propuesta más conveniente, será la asamblea en una sesión extraordinaria la que dé el visto bueno a la firma del acuerdo.