Es un dato «sobredimensionado», pero ahí está. La provincia ha transformado casi 380.000 kilos de hongos dentro del marchamo Setas de Castilla y León en los dos últimos años, periodo que coincide con la entrada en vigor del proyecto Myas RC que impulsa la Diputación, la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos de los términos municipales implicados. Los representantes políticos, institucionales y de las propias industrias y hosteleros se sentaron ayer para analizar la nueva regulación que deja otro dato positivo más: «Hemos avanzado en la lucha contra la recolección ilegal», aseveró el técnico Pedro Gómez.

Sobre la campaña que acaba de arrancar, las previsiones son «optimistas» por las lluvias caídas, aunque las favorables condiciones no se han concretado en cantidades de setas importantes hasta la fecha. Sobre la regulación, cabe destacar que la sola puesta en marcha del proyecto ha disuadido a muchos de los furtivos que esquilmaban bosques de Aliste o Sanabria. «Hemos avanzado mucho para acabar contra el furtivismo, pero es un problema complicado», reconoció el propio especialista, quien detalló que la recogida de setas sin permiso «ha descendido incluso en territorios no regulados».

En una extensa valoración, el presidente de la Diputación Provincial, Fernando Martínez Maíllo, destacó el proyecto Myas RC como herramienta para «revertir» los recursos micológicos en los términos municipales a través de la concesión de permisos de recolección (mas baratos para los vecinos de los pueblos), medio millar en estos dos años. El dato hace referencia a 2010 y 2011, campañas flojas con motivo de la sequía.

«No es una regulación para recaudar, sino para mejorar el aprovechamiento del recurso», apuntó Martínez Maíllo sobre un programa que camina «en beneficio del mundo rural, de los municipios, de los ciudadanos». El responsable de La Encarnación también subrayó el aspecto de la comercialización, que «aporta un valor añadido muy importante» a través de las 12 industrias locales, algunas «entre las punteras de la región».

Por otro lado, la reunión de ayer sirvió para valorar los resultados de los ocho cursos gratuitos que se han desarrollado para formar a guardas micológicos. Como ya es sabido, la Junta de Castilla y León ha retirado la financiación de buena parte de los programas y Myas RC no se ha salvado. Sin embargo, Maíllo valoró la «importante aportación en especie» de la Administración regional con una docena de guardias.