La zamorana Gloria de Castro Prieto, Licenciada en Filología Hispánica y Diplomada en Francés y en Criminología por la Universidad de Salamanca, acaba de publicar «19, Clark Street», una novela a medio camino entre el género negro y el policiaco que se presenta el sábado a las 18.30 horas en la Sala Berlín. La escritora en 2006 ganó el Premio de Poesía del Cabildo de la isla de La Palma con el poema «Concierto». Ha publicado el poemario «Bajo tus manos» y un segundo al que ha añadido algunos microrrelatos titulado, «Treinta y seis».

-Una poetisa, ¿cómo se embarca en una historia de género negro?

-Fue una noche cenando con unos amigos tras mi experiencia como detective en Canarias. Ellos me animaron a que plasmara por escrito las historias que había vivido allí, pero pasar de la poesía a la prosa es muy complicado porque necesitas mucha más paciencia. Tras mucho insistir en las Navidades de 2008, me di cuenta de que podía intentarlo y comencé la escritura de mi primera novela. Tenía claro que quería ambientarla en el Chicago en los años 20 y que tenía que arrancar con un asesinato en un local, lo que hizo que cuando la escribía analizara mucho a la fauna nocturna.

-Esta observación, ¿la completó leyendo sobre la ciudad?

-Sí, me he documentado mucho. Vi muchas películas sobre la época para inspirarme en las descripciones de la ropa y amigos me dejaron libros sobre cócteles y las bebidas de aquella época. Profundicé en la Ley Seca, pues la novela concluye unos días antes de que se imponga y también me ha valido de mucho lo que estudié en Criminología.

-¿De qué manera surgieron los personajes?

-Estoy de acuerdo con Unamuno cuando dice que los personajes toman vida. Tenía claro los personajes, la localización y poco a poco comencé a tejer la historia. Fue al adentrarme en el Chicago de la época cuando comencé a ahondar en pequeños detalles, como si en la época había escalera de incendios o no. La escritura ha sido toda continua y tras ellas comencé con las correcciones.

-El personaje principal es una mujer investigadora como usted.

-Para mí era más fácil, ya que soy mujer y he sido detective. Esa fémina tiene mucho de mí. Es cabezota, antepone el trabajo a lo personal, es muy pasional y complicada. El dotar al personaje de estas características ha sido algo espontáneo. También están reflejados en mis personajes personas de mi entorno, lo que ha gustado mucho. De hecho cuando fui comentado cómo avanzaba la novela, mis amigos me iban indicando lo que querían que tuvieran sus personajes. En muchos he puesto detalles de la personalidad en quien están inspirados.

-Ha cambiado el verso por el renglón. ¿Tuvo que limar muchos aspectos en la obra?

-Sí, muchos. En esta tarea he contado a mi lado con una excelente profesional, Sonia Alonso Guinaldo. Ella me ha ayudado a depurar el texto. Ella me indicó que escribo en tres dimensiones, yo era como un director que controlaba a todos los personajes, aunque finalmente hemos adaptado el texto.

-«19, Clark Street» aparece estructurada en capítulos cortos lo que confiere un mayor ritmo al texto. ¿Se debe a que ha escrito microrrelatos?

-Quizá, pero una de las manías que tengo cuando comienzo la lectura de un libro es mirar la extensión del capítulo para ver si me va a dar tiempo a leerlo. En esta novela he hecho todo aquello que me gusta que tengan las novelas. Así los capítulos son cortos y he hecho que haya mucho diálogo para no fatigar con las descripciones.

-Concluye el volumen y afronta la búsqueda de una editorial que respalde su primera novela. ¿Fue toda una aventura?

-No, ha sido un proceso muy rápido. En enero de este año comencé a enviar la novela a distintas empresas. Cuatro me rechazaron y finalmente en septiembre Atlantis me dijo que quería publicarla. No me esperaba tener tantas facilidades ni que viera la luz tan rápido. Ya he presentado el libro en Salamanca, de la mano del profesor de Literatura de la Universidad de Salamanca, Manuel García Martín, y este sábado habrá una presentación en la Sala Berlín.

-Esta novela ¿va a tener una continuidad?

-No lo descarto, pues está gustando y el personaje principal puede vivir otras historias. Ahora estoy trabajando en una novela ambientada en el siglo XXI entre España e Italia. La poesía está un poco relegada, pues actualmente escribo microrrelatos escuchando música. En los últimos meses he conocido a músicos de Zamora y oyendo sus temas confecciono los textos.