La Policía Nacional detenía a mediodía de ayer, entre las 11.00 y las 13.00 horas, a los dos jóvenes vecinos de la capital sospechosos de ser los autores de los disparos con balines que han provocado tres heridos leves en la avenida de Portugal, junto al centro comercial de La Marina, y propiciado cuatro denuncias que se tramitan ya en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la capital, donde se depositó ya la munición recogida por algunas víctimas.

La Policía requisó también en la misma operación un arma de aire comprimido de 4,5 milímetros, propiedad de uno de los detenidos, amigo del principal sospechoso y encargado de hacer blanco sobre los peatones de la zona con tal carabina, con la que coincidirían los balines entregados en Comisaría.

Los dos arrestados, que al parecer elegían a sus víctimas desde la ventana de un edificio situado entre el antiguo cine Barrueco y la farmacia próxima, prestaron declaración asistidos por un abogado en la propia Comisaría de Zamora, donde los agentes que llevan a cabo la investigación desde hace más de una semana trataban de obtener nueva información para cotejar sus hipótesis y completar las diligencias abiertas tras las primeras denuncias, formalizadas por las víctimas de los hechos ocurridos entre el 22 y el 29 de agosto pasado.

La juez, quien dispone aún de 48 horas para poder interrogar a los presuntos tiradores de La Marina y decidir si les deja en libertad con cargos o les envía a prisión, espera esos nuevos atestados al objeto de ordenar el traslado de los arrestados hasta su despacho para proceder a tomarles declaración ante el Ministerio Fiscal y decidir si existen pruebas suficientes para sostener la acusación. En la mañana del lunes se cumplen las 72 horas que como máximo pueden permanecer los dos jóvenes sospechosos en dependencias policiales sin pasar a disposición judicial, jornada hasta la que podría esperar la magistrada que instruye el caso para solicitar el traslado de los mismos hasta su oficina. A lo largo del día de ayer resultó imposible dar por concluidos los trámites necesarios para que la titular del Juzgado que instruye el caso pudiera recibir al presunto tirador de La Marina y al que se consideraría su cómplice.

El jueves por la mañana los agentes encargados de la investigación ya seguían los pasos del principal sospechoso, arrestado ayer a mediodía. Ya avanzada la tarde, las pesquisas efectuadas por la Policía parecían haber estrechado el cerco sobre quien o quienes pudieron atentar contra la integridad de los viandantes. De hecho, entre vecinos y empresarios de la zona objetivo del tirador corría el rumor de que la Policía Nacional había detenido ya a dos sospechosos. Para entonces, los agentes habían identificado a dos jóvenes, que actuaban desde un edificio situado frente a las escaleras del complejo comercial de La Marina y ubicado entre el antiguo cine Barrueco y la farmacia más cercana.

Sin embargo, no sería hasta bien entrada la mañana de ayer cuando los investigadores decidirían localizar y trasladar hasta Comisaría a los dos jóvenes zamoranos, uno de ellos autor de las detonaciones que han generado miedo entre los vecinos de esta parte de la ciudad, una de las más transitadas, inquietos por la posibilidad de terminar con un balín alojado en alguna parte de su cuerpo. Así le ha sucedido a una de las víctimas, un niño de 12 años que recibió el impacto en la parte baja de la espalda y al que no se le ha podido extraer el proyectil. Un joven también sufrió heridas en un muslo, mientras que una chica sentía cómo el proyectil se incrustaba en una de sus orejas.