El Juzgado ha recibido la quinta denuncia sobre el posible robo de un bebé nacido en 1961 en el Hospital Virgen de la Concha, el primer caso que llega a un juez, según ha podido saber este diario, puesto que los otros cuatro, impulsados por tres familias zamoranas están en manos de la Fiscalía Provincial, cuyo responsable Rafael de Vega Irañeta abrió investigación en febrero pasado.

El único dato que ha trascendido por el momento es el año del alumbramiento, 1961, así como que el médico que atendió a esta madre fue el mismo que asistió a Herminia Alonso cuando dio a luz a sus mellizas, igualmente en el «Virgen de la Concha», pero un año más tarde, en julio. Esta zamorana de 82 años denunció en marzo la presunta desaparición de una de esas niñas, convencida de la imposibilidad de que falleciera a la mañana siguiente de nacer, tal y como certificó el facultativo. La sospecha se fundamenta en que nadie en el «Clínico» les advirtió de que el bebé hubiera nacido con algún problema, ni de que su vida corriera riesgo alguno; y cuando el padre y familiares de la neonata pidieron ver el cadáver, les dijeron que «para qué querían verlo y que no fueran al entierro, que ya se encargaban ellos», explicó Herminia al relatar su experiencia.

El nuevo caso será investigado directamente por el Juzgado que tramita la denuncia, que, si encuentra indicios de que el bebé fuera robado para su venta o entrega en adopción, abrirá el procedimiento oportuno.

La Fiscalía, por su parte, mantiene abiertos los otros cuatro casos de tres niñas, de los que ya ha recibido información de las historias clínicas de los partos y del resto de organismos que intervinieron en registro de nacimientos y muertes y el entierro de los recién nacidos. Una vez recopilados los datos tendrá que determinar si puede haber alguna prueba de que se cometieran irregularidades y de que las denuncias formuladas por las tres familias puedan tener alguna base sólida que apunte la comisión de un delito.

Entre esas diligencias se encuentran la relativa a la hija de Herminia Alonso, ya mencionada, alumbrada en julio de 1962 junto a su hermana melliza; la de Josefa Santos, madre de otras mellizas nacidas en 1966 en su domicilio próximo a la antigua Casa de Socorro y trasladadas al «Clínico»; y el de un niño cuyo parto tuvo lugar en octubre de 1984 en el Virgen de la Concha, cuyo cuerpo de cuatro kilos y medio fue supuestamente entregado a la familia en una caja de zapatos precintada con celofán. En realidad, ninguna pudo ver a sus hijos muertos, al igual que sus familiares, por lo que todas sospechan que los bebés, que nacieron sanos, pudieron ser en realidad robados. Ahora los buscan con vida, tras la irrupción de la Asociación Anadir a nivel nacional para exigir la investigación de estos casos.